La gasolina con plomo causa graves daños a la salud humana, así como a los animales y al medio ambiente. Por fortuna, su producción ha llegado a su fin.
Esto alegrará tu día: la producción de gasolina con plomo se acabó.
Lo anterior aplica a nivel mundial, luego de que la última refinería que la producía en todo el mundo se ha acabado sus reservas. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dio a conocer la noticia en un comunicado.
Hablemos, específicamente, de la refinería de Argel, administrada por Sonatrach, la compañía petrolera estatal de Argelia.
El fin de este combustible que ha dañado por casi un siglo a nuestro planeta es resultado de una suma de esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos y las Naciones Unidas. Ambos, durante las últimas dos décadas, han luchado por erradicarlo.
Bye, bye, bye, gasolina con plomo
La gasolina con plomo se ha utilizado durante décadas principalmente en África y en otros países de bajos recursos, según el PNUMA.
En 2002, aún era común el uso de gasolina con plomo en los vehículos del día a día. El fin de su uso a nivel mundial tendrá implicaciones positivas para los humanos y todos los seres vivos de la Tierra.
También es un gran paso adelante en la ecologización del transporte, que poco a poco avanza en todo el mundo.
“El combustible con plomo es el tipo de error que la humanidad ha estado cometiendo en todos los niveles”, dijo a directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
“Nos ha llevado a la crisis climática, la crisis de la biodiversidad y la crisis de la contaminación”.
Los peligros de este tipo de gasolina
Según la OMS, este combustible —al que por fin le decimos adiós— ha causado más exposición al plomo que cualquier otro producto en todo el mundo.
La gasolina con plomo contamina el aire, el polvo, el suelo, el agua potable y los cultivos alimentarios. Además, afecta el coeficiente intelectual de los niños y la salud de la población en general.
Causa un promedio de un millón de muertes prematuras al año por enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer; afecta más a los niños, que son particularmente vulnerables a esta enfermedad. Además, disminuye su coeficiente intelectual.
El plomo tetraetilo se añadió por primera vez a la gasolina a principios de la década de 1920 para mejorar el rendimiento de los motores de los automóviles; su uso continuó a pesar de las advertencias respecto de sus daños a la salud.
Ahora solo falta eliminar el resto de los combustibles fósiles… ¡como si fuera sencillo! Sin embargo, hay países que ya están considerando prohibirlos, como Inglaterra.
El camino es largo, pero poco a poco los gobiernos del mundo se ponen las pilas. ¡Y esperamos que así sigan!
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