El café arábica es uno de los más sembrados en el mundo, por ello la necesidad de protegerlo ante las altas temperaturas provocadas por el cambio climático.
Si eres de los que disfruta de un café por la mañana tienes que saber que este momento de felicidad podría ponerse en peligro. La razón es por el aumento de las temperaturas que ocasiona que el café sea más difícil de cultivar. Además le hace perder poco a poco su sabor.
Los agricultores ya están comenzando a tener problemas en sus cosechas debido al clima extremo que vivimos hoy en día.
Para 2050, según una proyección de 2019 del Centro de Inversión Sostenible de Columbia, de la Universidad de Columbia, hasta tres cuartas partes del terreno que se utiliza actualmente para cultivar café arábica (la especie en la que más confían los tostadores de café), ya no será adecuada para cosecharlo si el cambio climático continúa por su camino actual.
Ante esta situación, en la finca de World Coffee Research, en El Salvador, se desarrollan nuevas variedades de café, las cuales comenzaron a producir sus primeros frutos.
Sin embargo para que esto continúe, las plantas deben reproducirse mediante la clonación de tejidos. Esta misma técnica se usa para hacer flores comerciales o cannabis, en lugar de las semillas que los productores de café normalmente recolectarían para replantar.
Protegiendo el legado de los agricultores
Por su parte, en su granja de prueba Starbucks está estudiando técnicas de cultivo que los agricultores pueden utilizar para mejorar la productividad. Esto con el objetivo de compartir su conocimiento a tantos productores como sea posible.
Otros grupos de investigación también están analizando cuánto pueden ayudar por medio de técnicas particulares. Por ejemplo, cultivar café bajo árboles de sombra más grandes para que el cultivo lidie por sí solo con el calor y la sequía.
Chanel también enfatiza sus esfuerzos de responsabilidad social creando cooperativas de agricultura local en beneficio de sus habitantes. Tal es el caso de la fábrica Alianza Campesina Flora Nueva, en la península Nicoya en Costa Rica.
La firma francesa se asoció con ella en 2013 para la cultivación del café arábica. Dicho ingrediente posee significativas propiedades antioxidantes y por eso está presente en su línea de cosméticos.
Finalmente, en 2019 estableció aquí mismo una granja experimental con el propósito de examinar y promover las técnicas de cultivo en determinadas condiciones territoriales como la erosión del suelo, suministros de agua y alimento, y climas extremos.
Nosotros también podemos contribuir con nuestro granito de arena para combatir el cambio climático. Acciones tan sencillas como reducir basura, reciclar y hasta plantar árboles hacen la diferencia, ¿te unes?
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