Un nuevo descubrimiento está dando de qué hablar entre la comunidad científica: el océano austral, un sitio misterioso que hasta hoy era desconocido.
El reconocimiento del océano Antártico o Austral como quinto océano mundial ha creado controversias hasta la actualidad. Pero, sobre todo, demuestra que todavía existen muchos descubrimientos por hacer y fenómenos que aclarar en torno de la geografía terrestre.
“Cualquiera que haya estado en ese sitio tendrá dificultades para explicar qué tiene de fascinante. Todos estarán de acuerdo en que los glaciares son más azules, el aire es más frío, las montañas son más intimidantes y los paisajes son más cautivadores que en cualquier otro lugar al que puedas ir”, afirma Seth Sykora-Bodie, científico marino y explorador de National Geographic.
Durante años, tuvimos la información de que nuestro planeta tenía solo 4 océanos llamados Pacífico, Atlántico, Índico y Ártico. Sin embargo, desde el pasado 8 de junio de 2021, Día Mundial de los Océanos, la National Geographic Society reconoce al océano Austral como el quinto océano del mundo.
¿Cuándo se descubrió el océano Austral?
En 1937, la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) reconoció el océano Austral en sus directrices, pero derogó esa designación en 1953. Según la National Geographic Society, el debate para designar este lugar como un océano ha sido bastante controversial entre la comunidad científica.
¿Dónde se encuentra el quinto océano?
El nuevo océano Austral se localiza en el polo sur del planeta, rodeando la totalidad de la Antártida. De acuerdo con cartógrafos de National Geographic, su límite quedaría trazado en el paralelo 60º del globo terráqueo. Además, es en esta línea imaginaria por donde transcurre la Corriente Circumpolar Antártica, límite físico del nuevo océano.
¿Qué importancia tiene descubrir un nuevo océano?
Los científicos consideran que es fundamental entender su importancia para el equilibrio de la Tierra. Así que el océano Austral no solo contribuye a almacenar carbono en las profundidades marinas.
Según sus investigaciones, las corrientes submarinas ayudan a mitigar el cambio climático al impulsar y enfriar importantes cantidades de agua caliente hacia otros hemisferios.
La corriente alrededor del Ártico también resguarda ecosistemas marinos únicos como el archipiélago de Georgia del Sur, el territorio de vida salvaje más poblado en esta región del mundo. Cuyos efectos ecológicos no se limitan a la diversidad de pingüinos, elefantes, y lobos marinos, también a las aves marinas y ballenas jorobadas que migran al norte con la llegada del invierno.
Así, para comprender esa importancia global y poder preservarlo, primero se debe saber nombrarlo y delimitarlo. La naturaleza nos sigue reservando miles de sorpresas, no cabe duda.
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