Tomar una taza de té mientras llueve o leer un libro a la luz de la luna, son cosas simples pero que los daneses saben sacarle provecho.
Llegar a casa tras una larga jornada laboral, destapar una cerveza, quitarse los zapatos y relajarse un poco podría ser para los mexicanos un momento hygge (se pronuncia jiuga).
Para los americanos, tal como se ve en las películas, ducharse en una tina con agua caliente y ambientar el baño con velas aromáticas, también lo sería.
La palabra hygge es de origen danés y, a menudo, se traduce como “lo acogedor”. Pero la palabra es más bien una filosofía de vida en Dinamarca que tiende a elevarse casi a religión. Implica lograr hogares cálidos con pequeños detalles y hacer a la gente más feliz. Sí, aún más.
Es sabido que la danesa es una de las sociedades más felices del mundo. La sociedad mediterránea y la occidental por cuestiones culturales y climáticas, el hogar no ha tenido hasta ahora un papel tan protagonista en nuestra búsqueda del bienestar. Nosotros asociamos más la felicidad con espacios exteriores, en una playa, un paisaje o en una terraza rodeada de alboroto, risas y escándalo. ¿A poco no?
¿Qué es entonces la filosofía hygge?
Se trata de apreciar los pequeños placeres de la vida, las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien para encontrar la felicidad en ellas. El hygge consiste en disfrutar el momento, centrándose en el ahora, y de aprovecharlo al máximo. Es estar agradecido por lo cotidiano.
¿Cómo es un momento hygge en Dinamarca?
Cuando se vive en un país donde la mitad del año es oscuro y llueve un día sí y al otro también, una taza de té humeante, una vela encendida y unos calcetines gruesos mientras afuera hace frío, es un escenario cotidiano de este país. Por eso es que se ha vuelto una filosofía.
Puede ser una sala acogedora o producir una habitación de la casa especialmente para ello.
¿Cómo crear tu propio ambiente hygge?
La luz es un aspecto primordial, debe ser cálida e indirecta. Las velas o la chimenea también. Los daneses ponen velas por todos lados y la sala se caracteriza por tener muchos cojines y cobijas a la mano.
Las inmobiliarias danesas en los anuncios para promocionar alguna propiedad, hacen mención a si tiene un espacio hygge. Así de adelantados están en temas de bienestar.
Y la finalidad de todo esto es: ¡disfrutar de cada rincón y elemento que conforman el espacio! Solo, sola, o con amigos y familiares.
Reunirse a tomar té o café, ver películas, leer, son algunas de las tantas actividades que conforman la filosofía danesa hygge.
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