Después de varios casos positivos de Covid-19 dentro de granjas de pieles en distintos países del mundo, Hungría se une a la prohibición.
Después de varios casos positivos de Covid-19 dentro de granjas de pieles en distintos países del mundo, Hungría se une a la prohibición de manera específica el cultivo de pieles de animales como zorros, hurones y visones.
Es importante destacar que aunque en Hungría no existe cultivo de ninguno de estos animales, la organización de bienestar animal Fur Free Alliance destaca la noticia como una victoria en este terreno.
Si bien la medida busca evitar de manera precautoria que los productores de pieles lleguen a Hungría, lo cierto es que todos salimos ganando.
“Esta prohibición es más que un símbolo político“, explicó en un comunicado la doctora Joanna Swabe, directora senior de asuntos públicos de Humane Society International.
Hungría no está solo
Antes del anuncio realizado por Hungría, Francia también señaló que en su territorio está totalmente prohibido el cultivo de estos animales para la industria peletera. Aunque es importante destacar que una investigación encubierta de la plataforma por animales, One Voice, descubrió que existían todavía cuatro granjas peleteras en funcionamiento.
Rápidamente, el gobierno francés confirmó que estas cuatro granjas tienen hasta 2025 para cerrar. En la actualidad, países como Alemania, la República Checa, Austria, Noruega, Bélgica ya han aplicado esta medida.
¿Es el fin de estas granjas?
Aunque son años de activismo, Hungría se une a la prohibición, al igual que otros países para evitar la propagación de una mutación del Covid-19, ya que el coronavirus se mueve a una velocidad vertiginosa en estas granjas.
Motivo por el cual, países como Dinamarca, que tiene una de las mayores industrias peleteras de visón, ha confirmado el cierre de muchas de sus granjas. Algunas de ellas con grandes cantidades de producción y años de historia.
Lo mismo sucedió en Países Bajos, cuyo cierre total de estos lugares pasó de estar marcado en el calendario para 2024, a establecerse un adelanto a marzo de 2021.
Y aunque celebramos la decisión de Hungría, no podemos olvidar que en ese país se cultivan Chinchillas también para el uso peletero. Lo que sigue siendo una atrocidad. Ningún animal a estas alturas debería de morir por vestirnos.
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