Los hongos descubiertos en Chernobyl se pueden cultivar y ayudar a proteger a los astronautas de la radiación espacial.
En 1986 el mayor accidente nuclear de la historia ocurrió en Chernobyl, Ucrania, y terminó con la posibilidad de vida en el lugar. Sin embargo, la naturaleza parece estar ganando terreno en la ciudad abandonada, y los científicos han descubierto la razón. Se trata de unos hongos que absorben la radiación.
Científicos de Stanford y la Universidad de Carolina del Norte hallaron un tipo de hongo que utiliza la radiación nuclear para obtener energía. La energía obtenida por los hongos de Chernobyl podría usarse para proteger a los astronautas de la radiación ionizante.
Una nueva manera de proteger a los astronautas de la radiación
La investigación inició cuando los científicos identificaron que un hongo se estaba comiendo toda la radiación de Chernobyl. Para ellos, estos hongos expuestos a más de 30 años de radiación podrían ser la clave para proteger a los astronautas en el espacio.
“En busca de innovadores escudos de radiación, la biotecnología tiene ventajas únicas. […] Ciertos hongos prosperan en ambientes de alta radiación en la Tierra, como el radio de contaminación de la central nuclear de Chernobyl”, escribieron en el informe preliminar del estudio. Las pruebas de varios tipos de hongos demostraron que no solo sobreviven en los reactores nucleares, sino que también prosperan.
Los investigadores acordaron con la NASA enviar una muestra de uno de los tipos de hongos encontrados en Chernobyl. El Cladosporium Sphaerospermum fue enviado a la Estación Espacial Internacional (EEI). Los astronautas monitorearon una placa de Petri enviada por los investigadores. Un lado de la placa estaba cubierta con el hongo; el otro lado no tenía hongos y sirvió como control.
Se colocó un detector en la parte posterior de la placa para medir la radiación entrante y fue monitoreado durante 30 días. El lado cubierto con hongos redujo los niveles de radiación que ingresan en la placa en aproximadamente 2% en comparación con el lado de control. El experimento sirve como un indicador de las posibilidades de funcionar.
¿Cómo funcionan los hongos en la exploración espacial?
Los investigadores mencionan que una capa del hongo de unos 21 centímetros de grosor fuera de la aeronave podría “negar en gran medida la dosis anual equivalente del ambiente de radiación en la superficie de Marte”. Nils Averesch, investigador de Stanford y coautor del estudio, dijo a New Scientist: “Lo que hace que el hongo sea grandioso es que solo necesitas unos pocos gramos para comenzar”.
“Se autorreplica y se cura a sí mismo, por lo que incluso si hay una llamada solar que dañe significativamente el escudo de radiación, podrá volver a crecer en unos días”