¿Cambiarías tus galletas con chispas de chocolate por una súper galleta hecha con moscas? Así podría ser el futuro de la alimentación.
Te sorprendería saber que hay galletas más extravagantes que esas clásicas con chispas de chocolate. Como por ejemplo, las que mezclan sabores como las que lanzó Oreo en colaboración con Lady Gaga. Y en este Día Internacional de la Galleta es una buena ocasión para saber que las galletas podrían ser el futuro de la alimentación
Y es que empresas de tecnología en alimentos han invertido muchos años en desarrollar galletas lo suficientemente nutritivas y balanceadas como para ofrecer una comida completa.
Más raro aún: estos superalimentos incluyen ingredientes poco comunes en los supermercados, como grillos, gusanos y fibras vegetales como el nopal y la avena. Bueno, la avena no suena tan mal, pero, ¿gusanos?
Miremos el caso de la empresa Gricha, una startup mexicana que en 2017, lanzó unas galletas elaboradas a base de proteína de chapulín. Una creación que se anunció comofuturo de la alimentación debido a que estas galletastienen entre 65 y 75% de proteína, tres veces más proteína que la carne animal y la soya.
No es la primera en su tipo: antes, la startup Griyum ya había hecho lo mismo con una galleta lo suficientemente balanceada como para alimentar a una persona. Igualmente, en otros países latinoamericanos se popularizó esta forma de crear alimentos altos en fibra y proteína.
Además, estas galletas súper nutritivas necesitan menos agua, no ocupan pesticidas o antibióticos. Y, en consecuencia, contaminan menos al planeta, ofreciendo lo mismo o más propiedades benéficas que un plato de carne y vegetales convencionales, por lo que claramente podrían representar elfuturo de la alimentación.
Un futuro de la alimentación lleno de galletas
Quizás pensamos que estas galletas “del futuro” son una realidad lejana, pero incluso ya hay universidades en varios países que apoyan estos desarrollos.
Una de las grandes ventajas de estas galletas del futuro es que podrían resolver la falta de acceso a una correcta alimentación en varias comunidades pobres del mundo.
Una galleta es fácil de producir, de transportar y almacenar. Además de que permite incorporar sabroes y texturas diferentes para darle variedad, si es que esta fuera la única forma de alimentarnos en los próximos años.
Lo cierto es que el futuro de la alimentación debe contemplar formas más sustentables de producir alimentos, lejos de las prácticas agrícolas y ganaderas que ocupan millones y millones de litros de agua, agroquímicos y que deforestan los bosques y selvas.
En Barcelona, un emprendimiento que llama la atención es el de Nacho Barandalla, un biólogo que en 2018 abrió una primera granja de gusanos en Sabadell –ya cerrada– y que actualmente cuenta con unas instalaciones mayores en Figueres, además de otras plantas en el área de Lleida.
Galletas de insectos: un alimento revolucionario
Nacho empezó haciendo pruebas de reducción de residuos orgánicos con tenebrios, o gusanos de la harina. Este biólogo los pone dentro de cápsulas de café para que se alimenten de los restos. Tristemente, mueren por exceso de cafeína, pero crea una biomasa que se puede vender como fertilizante natural.
Y no sólo eso: también tiene métodos de criar larvas de mosca con los que elabora masa para hornear galletas, pan y hasta pasteles. Pues considera que es una forma sustentable para solucionar el futuro de la alimentación.
No sería extraño que, en los próximos años, algunas grandes empresas empiecen a adquirir estas tecnologías para desarrollar galletas y otros alimentos revolucionarios.
Por ejemplo, ¿te imaginas tus Oreo favoritas hechas de larvas de mosca? Tal vez ahora mismo no suene nada atractivo, pero en unos años podrían ser las más vendidas en el supermercado.
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