Piensa en el futuro del planeta y no en tu realidad inmediata. Te decimos cómo mejorar tu legado en esta vida y dejar una huella positiva.
Estamos tan enfrascados en la inmediatez que pocas veces, o casi nunca, nos detenemos a pensar: ¿qué planeta le estoy dejando a las generaciones del futuro? Pues bueno, nunca es tarde para reflexionar al respecto.
Basados en el libro The Good Ancestor de Roman Krznaric, preparamos 5 consejos que puedes seguir para cambiar el rumbo de tus decisiones hoy. Es decir, dejar de pensar sólo en lo que te conviene ahora y comenzar a actuar por lo que le convendrá a otros en el futuro.
Nuestra estancia en el mundo es muy corta (sí, aunque suene a filosofía barata). ¿Qué mejor forma de sacarle provecho a nuestra breve estancia en el planeta que actuando si egoísmo?
Y ojo: no queremos que tomes esto como un regaño, ni como una ofensa: está en nuestra naturaleza comportarnos de forma egoísta. Pero, aceptémoslo, el planeta ya no está para dejarnos llevar inconscientemente.
Quizás si sigues estos 5 consejos logremos, entre todos, dejar un mejor planeta para las personas que seguirán aquí, cuando nosotros dejemos de estar.
Vota por el planeta que querrías en el futuro
Algo tan simple como votar por tal o cual candidato refleja la forma tan “cortoplacista” de pensar. Queremos resolver nuestra realidad política para los próximos años, a lo mucho décadas.
Podríamos comenzar a votar por las propuestas (y no por los candidatos) que creemos que conducirán al mundo hacia el camino correcto de la historia.
Claro, nunca podemos saber a ciencia cierta lo que pasará en los próximos gobiernos, pero el mero ejercicio de imaginación y la intención detrás ya valen mucho la pena, ¿no crees?
Defender el planeta es un acto de justicia a futuro
Preocuparnos por el mundo que dejaremos implica replantear hábitos de consumo, desde la alimentación hasta las cosas más banales, como nuestra ropa o nuestro transporte.
No te pedimos que te vuelvas vegano de la noche a la mañana, pero te aseguramos que, en la medida en que te informes de las consecuencias de tu alimentación para el planeta, algo vas a querer cambiar.
Intenta pensar como alguien del futuro
En Japón, algunas comunidades “juegan” a ser personas que viven en el año 2060. De esta forma, con un simple juego de roles, tratan de resolver los problemas del futuro del planeta.
La empatía de este juego de roles permite tomar decisiones en pro de planes más transformadores a futuro.
Quizás no vas a reunirte con tus vecinos para tener este juego de roles pero, ¿y si lo practicas con tu familia o con tu pareja? Tal vez encuentres reflexiones interesantes.
Apoya a los comercios y marcas sostenibles
Si realizas una pregunta entre tus amigos, la mayoría tenderá a decir que prefieren consumir productos o marcas que tengan prácticas sustentables para el planeta. Pero en la práctica, ¿lo hacen?
Es más fácil pregonar un discurso de falsa preocupación por el planeta que realmente cambiar nuestras prácticas de consumo. Al final, al único que perjudicas es a ti mismo y a las próximas generaciones.
Haz un verdadero cambio de hábitos. Seguro tienes un celular o una computadora con acceso a internet, desde donde puedes informarte cuáles son las marcas o comercios más sostenibles. Consume ahí y apoya a una economía más verde.
Enciende tu lóbulo frontal
El lóbulo frontal del cerebro nos permite imaginar a largo plazo. Así, por ejemplo, puedes imaginar la fiesta de cumpleaños de tu hijo, tu nieto o tu sobrino.
Imagina que ese niño tiene ya 90 años, y que a su vez él tiene un nieto. Ese nieto podría llegar a vivir hasta bien entrado el siglo XXII. ¿Qué planeta te gustaría que ese niño del futuro tuviera?
¿Sería un planeta sin agua y con un aire irrespirable? ¿Sería uno en el que no tuviera derechos humanos elementales? ¿Sería un planeta que a ti mismo te gustaría tener?
¿De qué otras formas se te ocurre que podrías dejar un mejor planeta para las generaciones del futuro?
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