Te compartimos algunos aspectos importantes que debes saber de esta enfermedad.
¿Te sientes angustiado, cansado y de pronto sudas en exceso sin razón aparente? Ponte alerta, porque podrías padecer el síndrome de fatiga crónica.
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo que se caracteriza por tener cansancio extremo que no se atribuye a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 7 de cada 100,000 personas en el mundo padecen este trastorno. Y durante la pandemia de coronavirus la cifra ha incrementado.
México: Síndrome de fatiga crónica afecta más a mujeres
Por su parte, el doctor Luis Javier Jara Quezada, director de Educación e Investigación de la Unidad Médica de Alta Especialidad, del Hospital La Raza, señaló que mientras en la estadística mundial la prevalencia se mantiene en hombres de edad productiva entre 25 y 60 años, en México afecta a un mayor número de mujeres de entre 30 y 50 años.
El síndrome de fatiga crónica, también conocido como encefalitis mialgica, suele presentar síntomas muy parecidos a un resfriado, acompañado de dolor muscular, amigdalitis, dolor de garganta, inflamación de los ganglios de la región cervical, deterioro físico y algunos cambios en la retención de la memoria, lo que puede implicar que a veces el paciente no pueda levantarse de la cama.
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No se previene, pero se controla
Si bien es difícil es prevenirlo, porque hasta ahora los especialistas no han encontrado las causas específicas que lo provoque, el síndrome de fatiga crónica sí puede controlarse, aunque no existe un tratamiento exacto para erradicarlo. Para ello, el doctor Javier Jara propone lo siguiente:
1. Cargarse de energía positiva a través de hobbies como leer, jugar o reírse, aunque sea de manera virtual.
2. El bienestar interior debe ser una prioridad. Vivir el aquí y el ahora, y no sobrepreocuparse por lo que nos depara el futuro
3. Normalizar lo que sentimos, no pelearnos con lo que nos ocurre y reducir el estado de culpa
4. Uno de los principales pasos a seguir para combatir el síndrome de fatiga crónica es cuidar el sistema inmunológico con rutinas de ejercicios, aunque sean sencillas. Tener una buena alimentación y, si es posible, tomar el sol.
5. Consumir alimentos ricos en zinc, vitaminas y magnesio. Estos son: apios, espárragos, lentejas, nueces, frutos secos, arroz integral, avena, calabazas y espinacas.
6. Buscar un descanso psicológico a través de la terapia cognitiva conductual. La cual te ayudará a tomar conciencia de pensamientos imprecisos o negativos, para que puedas visualizar situaciones exigentes con mayor claridad y responder a ellas de forma más efectiva.
Es importante concientizarnos acerca del síndrome de fatiga crónica porque aunque tú no lo padezcas, tal vez hay algún ser querido a tu alrededor que lo tiene y tú podrías ayudarlo.
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