Un conjunto de científicos está cultivando estrellas de mar girasol para repoblar los bosques de algas marinas, que se han perdido por el cambio climático.
El cambio climático fue el causante de la muerte de la mayoría de las estrellas de mar girasol en el mundo. Pero, los científicos se han dado cuenta que al resucitarlas se pueden recuperar los bosques de algas marinas.
En una isla laboratorio de la costa del estado de Washington, investigadores están resucitando un predador ferozmente hermoso que había perecido repentinamente, debido a una ola marina de calor ocasionada por el calentamiento global hace 7 años.
Una enfermedad que se magnificó por el océano en calentamiento mató a un aproximado de 5.75 billones de estrellas marinas girasol entre 2013 y 2017. Cerca del 91% de la población global de esta especie, que habita desde Alaska hasta México.
Repoblar el océano con estrellas de mar girasol criadas en cautiverio puede estar a muchos años de distancia. Pero el trabajo que se está realizando en la Universidad de Washington en los Laboratorios Friday Harbor en la isla de San Juan, para resucitar a una casi extinta especie apunta hacia una nueva estrategia de conservación. Llamémosle el enfoque “Parque Jurásico marino” para combatir el cambio climático.
El cambio climático ha dañado enormemente la fauna marina
Para Drew Harvell, ecologista marino y profesor emérito de la Universidad de Cornell, e investigador residente en los Laboratorios Friday Harbor, quien estudia la relación entre enfermedades transmitidas en el océano y el cambio climático: “el manejar una respuesta al daño inesperado del cambio climático, será parte de nuestras herramientas de trabajo”.
Laura Rogers-Bennett una científica del mar de la Universidad de California, menciona que el extremo impacto del cambio climático en los bosques de algas marinas nos deja muy pocas alternativas como ésta, para reestablecer un ecosistema en condiciones críticas. Por su parte, la Dra. Rogers-Bennett sostiene que los bosques de algas marinas no pueden recuperarse por sí solos, que somos nosotros los que tenemos que hacer algo por ellos.
A medida que la temperatura de los océanos se incrementa, la eliminación de una sola especie puede causar que un ecosistema balanceado empiece a colapsar abruptamente. Jason Hodin, científico de los Laboratorios Friday Harbor, y quien dirige el programa de reproducción de estrellas de mar girasol, considera que, al remover miembros de la cadena alimenticia por la sobreexplotación de los mares, sumado con el cambio climático y otros daños ecológicos, un ecosistema que parece robusto puede sufrir daños irreparables.
El daño causado por los humanos a los bosques de algas marinas en California data de hace varios años. Primero, se eliminaron las nutrias marinas que se alimentan de erizos morados. Estas fueron cazadas hasta su extinción en el siglo XIX.
Los bosques de algas marinas son vitales para la preservación de los océanos
La sobreexplotación de la pesca y la contaminación en el siglo XX contribuyeron a debilitar a las algas marinas. Olas de calor cíclicas reducían drásticamente la población de algas marinas de vez en cuando, pero depredadores como la estrella de mar girasol mantenían a los erizos morados. Y cuando las aguas se enfriaban las algas regresaban.
Posteriormente, entre el año 2013 y el año 2016, el calentamiento marino sin precedentes dejó sin nutrientes a las algas marinas. A la vez que exacerbó la enfermedad que arrasó con las estrellas de mar girasol.
Ahora, la pregunta es: ¿es posible que las estrellas de mar girasol nacidas en cautiverio puedan ser sembradas en el ecosistema marino para ayudar a reconstruir los bosques de algas marinas? La respuesta parece que va por el lado positivo.
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