La mayoría de los alimentos que salen de la tierra mejoran tu salud. Algunos, incluso, tienen propiedades beneficiosas para determinadas necesidades.
Como sabes, la mayoría de los alimentos que salen de la tierra mejoran tu salud. Algunos, incluso, tienen propiedades beneficiosas para determinados puntos de tu cuerpo. Y los resultados son casi instantáneos. Hoy queremos hablar de todas esas plantas que puedes tener en tu jardín y que al ser transformadas en tés los beneficios en la salud se multiplican. ¿Quién no ha sentido cómo su estómago mejoraba tras una infusión de hierbas caliente se templa?
Además de obtener lo mejor de tu jardín, disfrutas de nuevos sabores, al mismo tiempo que estas plantas mejoran tu salud. Por eso, hemos elegido las mejores para que tus tés resulten casi mágicos (además de baratos y sustentables porque todo lo haces en casa).
Tés que mejorarán tu salud significativamente
Menta. Cultivar menta es casi una obligación para todo aquel que le guste la herbolaria. Si bien es una planta muy resistente, lo mejor es cultivarla en primavera u otoño. Además, no precisa de mucho sol, por lo que puedes colocarla en la zona más sombría de tu jardín. Los tés de menta son increíbles para la salud, pues agilizan la digestión, disminuyen los dolores de cabeza, eliminan el estrés y mejoran la sensación de cuerpo cortado al pasar por un resfriado.
Eneldo. Al contrario que sucede con la planta de menta, el eneldo sí requiere de mucho sol, por lo que evita colocarlo en un balcón oscuro. No necesita muchos más cuidados salvo de muchas horas de sol y una tierra húmeda. Entre sus propiedades destacan que facilita la digestión, es diurético, alivia los dolores menstruales y refuerza el sistema inmunológico.
Flores de Jamaica. Esta planta tan famosa en México requiere de más cuidados como luz solar directa, suelo húmedo y fértil, un clima controlado y podarla siempre que sea necesario. Se cree que las flores de Jamaica ayudan a conciliar el sueño, son diuréticas, antioxidantes y son fuente de vitamina C. Se suele tomar en agua fresca, pero si preparas a diario tés de esta flor notarás avances en tu salud.
Romero. La planta de romero también es bastante resistente y al no necesitar tanto riego, sus cuidados son escasos. No necesita tampoco luz directa, pero sí necesita varias horas de luz. Si quieres que sea más aromática, debes tener un sustrato alcalino. Entre sus numerosos beneficios está purificar el hígado, ser un excelente antibiótico natural y combatir la inflamación.
Lavanda. Además de su delicioso olor, la lavanda es famosa por ser un sedante natural maravilloso. Al igual que sucede con el romero, la lavanda necesita un sustrato alcalino y también muy buen drenaje. Además, necesita luz directa durante seis horas diarias y solo un riego semanal. Evita mojar sus ramas y sus flores pues les pueden salir hongos.
Perejil. La planta de perejil requiere de humedad constante pero sin ahogarla, porque esa puede ser su sentencia de muerte. Siempre que se pueda, se recomienda alimentarla con composta orgánica para que crezca sana y fuerte y podarla cuando sea necesario. De lo contrario, la planta puede debilitarse. Si bien no requiere sol directo, sí necesita varias horas de luz. Sus beneficios son diversos, pero destaca que puede ser un gran aliado en la lucha contra los kilos de más, facilita la digestión y mejora la circulación. ¡Nada mal!
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