Ropa ajustada, músculos ultra marcados, peinado bien definido, cero sudor en la cara… debe ser un spornosexual. Te decimos qué es todo este movimiento.
De los creadores del término metrosexual y lumbersexual, llega una nueva tendencia: spornosexual. Pero ojo, el término puede llevarnos a imágenes mucho más gráficas y fuertes de lo que realmente significa. ¿Qué es spornosexual, exactamente?
Este término se creó en 2014, cuando en redes sociales comenzamos a ver una creciente cantidad de hombres que subían sus fotos de gimnasio, vestidores, baños y vapores compartiendo sus avances fitness.
El creador de tan curiosa etiqueta es Mark Simpson, periodista especializado en cultura popular y responsable del concepto metrosexual, quien también lanzó este término al mundo. Primero en la revista OUT —en 2004—, pero realmente popularizado una década después en el Daily Telegraph.
Spornosexual es un término que se usa para describir a un hombre (sí, siempre a un hombre) que se ejercita muchísimo para verse como un híbrido entre el atleta clásico en las revistas deportivas y la estrella canónica del porno.
Lo curioso es que un spornosexual casi siempre se limita a las redes sociales para mostrar este comportamiento. Es decir, pareciera que los spornosexuales viven solo para las fotos y los videos. Mientras que en las calles optan por cualquier otro atuendo.
Características del spornosexual
La palabra spornosexual es la combinación de dos palabras en inglés: sport y porno. Entonces ya te imaginarás por dónde va la cosa: se trata de lucir eróticamente tus momentos más sports. No sólo es mostrar cuerpos perfectamente esculpidos por las máquinas del gym, sino también mostrarlo de una forma bastante hot.
En términos de estilo, un hombre spornosexual adora comprar prendas que contengan la cantidad suficiente de spandex como para mostrar sus avances en las máquinas de ejercicio. Playeras, tanks, suéteres y hasta trajes que hagan evidente su fascinación por conseguir un cuerpo de ensueño.
Lo mismo sucede con sus jeans y pantalones, especialmente aquellos que son deportivos o cortos. Mientras más ceñidos, mejor. Un hombre moderno y fornido, algo alejado de aquél que también conocemos como retrosexual.
Los tatuajes en cuello, bíceps, oblicuos y demás partes del cuerpo que constaten dedicación atlética son vitales. Lo mismo piercings en pezones, labios, orejas y hasta la silueta del glande (o como se dice hoy en día, el dick print).
La reivindicación del placer masculino
La imagen de un spornosexual es la suma del atractivo para sí mismos y para el resto. En ellos ya no está la imagen del hombre alfa, como sucede en las características del lumbersexual, en un look desaliñado y lleno de sudor. Todo lo contrario. Este sujeto aprecia la ausencia de sudor y los detalles perfectos sobre una silueta hiperestilizada al interior de un gym.
Y si todo esto te ha parecido bastante banal (y sin duda lo es), lo interesante es que los hombres spornosexuales han llegado a un momento pocas veces visto, que es la auto cosificación de los cuerpos.
Mientras que en las mujeres siempre ha existido la cosificación, ya sea a través del cine, del porno o de prácticamente cualquier industria, a los hombres se les había tenido en otros conceptos. Incluso si se les sexualizaba, siempre era en contextos muy específicos.
Ahora, los hombres spornosexuales son ellos mismos quienes explotan el lado sexual de sus cuerpos. Y lo hacen redituable en las redes sociales, así sea solo por ganar likes o por convertirse en influencers.
Es interesante ver este nuevo episodio de la historia: hombres dispuestos a mostrar un poco más de sí y dejar atrás esa imagen de hombres rudos y fuertes de la que, honestamente, ya nos cansamos.
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