¿Quieres tener una casa más ecológica? Te decimos cómo ahorrar energía haciendo el uso adecuado de tus electrodomésticos.
Todos queremos tener una casa más sostenible, que gaste menos energía y, de paso, ahorrarnos dinero al final de mes cuando nos llegue el recibo de luz. Si este es tu caso, te diremos cómo usar tus electrodomésticos y tener un considerable ahorro de energía.
Para aprender a consumir menos, es necesario entender cuáles son los aparatos que más energía gastan. Pese a no tener una gran potencia, el refrigerador es el electrodoméstico que está encendido durante más tiempo y por tanto el que más consume.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de España, el refrigerador (o nevera o frigorífico) supone el 30.6% de la electricidad consumida en los hogares españoles y la explicación es que siempre está encendido. El segundo aparato que más gasta es la televisión (12.2%) y el tercero, la lavadora (11.8%).
La plancha como tal ni siquiera aparece en los estudios del IDAE, pero está incluida dentro de la categoría ‘Otros’, junto a la tostadora y la batidora, que en conjunto representan un 3.5%.
¿Cómo tener un ahorro de energía en tus electrodomésticos?
Ya sea que te preocupe el medio ambiente o el recibo de la luz (o ambos), te damos algunos tips para reducir el consumo de energía de esos aparatos caseros que todo el día están encendidos. Porque, siendo realistas, nadie va a desconectar el refrigerador por las noches.
1. La más obvia: reduce su uso al mínimo posible
Exceptuando electrodomésticos como el refrigerador (que debe permanecer encendido sí o sí), hay otros aparatos que podemos usar muy poco, o definitivamente no utilizarlos.
Hay una lista muy larga: el calentador de agua, la cafetera, el lavavajillas, la televisión… Usémoslos cuando realmente se necesiten y tratemos de sustituir su uso, si es posible. Puedes calentar el agua en la estufa y puedes lavar los trastes a mano.
Hablando del refrigerador, ¿sabías que entre más abrimos y cerramos la puerta gastamos más energía? Si no necesitas algo de su interior, mantenlo cerrado (y de paso evitas caer en antojos).
2. Compra electrodomésticos con tecnología de ahorro de energía
La lavadora de tu abuelita puede ser un hermoso recuerdo, pero si su fecha de fabricación tiene más de 20 años, quizás no sea la más ecológica.
Los electrodomésticos tienen la virtud de que, entre más nuevos, menos energía suelen gastar. Es de las pocas cosas que las compañías de tecnología tienen a bien al fabricar nuevos aparatos. Si buscas un ahorro de energía, compra electrodomésticos de nueva generación.
De cualquier forma, no te confíes y verifica que esa nueva adquisición realmente tiene tecnología ahorradora de energía, especialmente cuando se trate de refrigeradores y lavadoras, dos de los aparatos que más energía eléctrica consumen.
3. Evita el standby
Muchas personas cometen el error de dejar sus aparatos en standby, pues aparentan estar apagados. Aunque así lo parezca, la realidad es que siguen consumiendo energía.
La televisión en pausa y la computadora en standby gastan prácticamente la misma energía eléctrica que si estuvieran en su uso pleno. Así que no hay de otra: si no lo estás ocupando apágalo. Es la única forma de tener un ahorro de energía con tus electrodomésticos.
4. Combina funciones eléctricas y manuales
Por ejemplo, si estás lavando ropa, hazlo por las mañanas. En lugar de poner el ciclo de exprimido y centrifugado, sólo lava y enjuaga. Puedes secar la ropa al sol (los días que no esté nublado o lluvioso, por supuesto).
De esta forma, ahorras energía utilizando la lavadora para lo más esencial y haciendo el resto a la antigua: aprovechando el aire y el sol, que son dos fuentes de energía muy valiosas.
Podemos hacer un uso igual de eficiente con otros electrodomésticos, como la licuadora y la plancha de ropa. ¿De verdad todo lo que molemos debe pasar por las aspas eléctricas o podemos usar un pequeño mortero? ¿Y si humedecemos un poco la ropa para evitar largas horas alisando nuestras camisas?
5. Realiza revisiones y reparaciones periódicas
Está comprobado que un electrodoméstico con alguna falla eléctrica suele consumir más energía que uno en buen estado. Estas fallas eléctricas ocasionan pequeñas descargas constantes que van directo a tu recibo del mes (y a la atmósfera).
Por ejemplo, los refrigeradores necesitan limpieza periódica para evitar el sobrecalentamiento. Las lavadoras atrapan mucha pelusa, lo que puede afectar el motor y hacerlo más lento, para lo cual se necesitará más energía para poder moverlo.
Haciendo revisiones periódicas evitarás o repararás fallas que pueden estar impidiéndote un ahorro de energía ligado a tus electrodomésticos.
6. Conecta tus electrodomésticos a paneles solares
Y por último, recuerda que la energía solar es una de las mejores alternativas para tener un hogar más sostenible. Si no has instalado paneles solares en tu casa, quizás sea momento de que lo vayas contemplando. Tu factura de luz te lo agradecerá.
¿Qué otras formas de ahorro de energía conoces al usar tus electrodomésticos? Compártelas con nosotros.
Suscríbete aquí a nuestro newsletter semanal y recibe buenas noticias directamente en tu correo electrónico.
También puede interesarte: Consejos para tener un hogar más ecológico y sustentable