El desperdicio de comida no es solo un problema que afecta al medio ambiente, sino también a la sociedad y su economía, por lo tanto seamos más conscientes.
En 2023, de acuerdo con el Índice de Desperdicios de Alimentos, hubo 931 millones de toneladas de comida en la basura, en el mundo.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), afirma que en Europa, cada año 88 millones de toneladas de comida terminan descomponiéndose en vertederos, lo que produce alrededor de 227 toneladas de CO2 y otros gases súper dañinos para el planeta.
Estos números son realmente alarmantes. Por eso, es importante seguir el ejemplo de países como Dinamarca; este ha conseguido reducir en un 25% el despilfarro de comida gracias a iniciativas como la de la cocina de Pernille Rask. Con ella reparten bolsas de comida sobrante entre los más necesitados del municipio de Hørsholm, al norte de la capital danesa.
Otra activista que ha logrado un cambio en el país es Selina Juul, quien en 2008 abrió una página de Facebook con el nombre Stop Spild af Mad (freno al desperdicio de comida, en danés) para concientizar a la gente sobre el desperdicio.
Activistas se unen contra el desperdicio de comida
Desde entonces, Juul ha conseguido que autoridades gubernamentales, productores de la industria alimentaria y responsables de las principales cadenas de supermercados en Dinamarca, volteen a ver y hagan algo para eliminar este grave problema.
Incluso, enormes tiendas como Rema 1000, ofrecieron descuentos en productos que estaban por caducar, de manera que no se fueron directo a la basura.
Por su parte, la empresa WeFood pone un excelente precio a todo aquello que los supermercados ya no pueden vender.
Para lograr el éxito global, se necesita un cambio de mentalidad en la industria y en los clientes, así fue como empezó Dinamarca para disminuir la mayor cantidad de desperdicio de comida. ¿Y nosotros para cuándo?
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