Hoy se celebra el Día mundial de la amistad, y aprovechamos para preguntarte: ¿con qué tipo de amigo te identificas?
“Es eso que ocurre cuando estás con alguien, y lo amas y lo sabe, y te ama y tú lo sabes… pero están en una fiesta… y ambos están hablando con otras personas, riendo y brillando… y volteas del otro lado de la habitación y se cruzan sus miradas… pero no porque seas posesivo, ni siquiera hay una intención sexual, simplemente es porque… esa es tu persona en esta vida”. Este diálogo de Frances Ha, estelarizada por Greta Herwig, es tan cierto que nos emociona: la amistad es esa complicidad que nos une con alguien más. Y si somos afortunados, ese lazo durará toda nuestra vida.
Hoy, 30 de julio, es el Día Mundial de amistad. Y este vínculo va mucho más allá de socializar. Está demostrado que tener relaciones afectivas sólidas puede incluso evitar enfermedades y salvarnos de males como la depresión crónica. Pero, ¿qué significa ser un ‘buen amigo’? ¿Es estar siempre que nos necesitan, contestar todos los Whatsapps, acudir a todos los eventos…?
En realidad, cada uno podemos ser un tipo de amigo diferente para cada persona. Pero eso sí, los amigos sinceros —y no tóxicos— siempre tendrán un efecto positivo en nuestras vidas, por el simple hecho de ser, como se dice, “la familia que podemos elegir“.
La amistad, un trabajo casi artístico
Conforme crecemos resulta cada vez más difícil establecer amistades duraderas. Los cambios en el ritmo de vida, de ubicación e incluso nuestra selección de pareja provocan que nos alejemos. Si bien no hay ninguna confrontación, sí comienza a generarse una brecha de intereses y de horarios. Sin embargo, siempre seguirán los incondicionales, esos que no suelen ser más de cinco personas y que cuando urge su presencia, saben responder con la misma confianza de antaño, como si no hubieran pasado los años.
“En la edad adulta somos mucho más exigentes y selectivos, eso hace que sea difícil crear nuevas vinculaciones y amistades, a no ser que haya un cambio en nuestra vida que nos obligue a romper nuestro círculo habitual”, aseguró la psicóloga María Palacín, directora del Máster Autoliderazgo y Conducción del Grupos de la Universidad de Barcelona al diario El País.
Y durante esa misma entrevista, la especialista en relaciones humanas dio a conocer, en su experiencia, los tipos de amistad que existen. ¿En cuál encajas tú?
La amistad de la niñez
Fueron en el mismo kínder juntos, y quizá ahora, después de 15, 20 o 30 años, se han dado cuenta que son totalmente distintos. Sin embargo, los recuerdos de la infancia, los primeros juegos e incluso la cercanía entre sus familias —también solían ser vecinos— los mantienen unidos de por vida, y se conocen tanto que no tienen que explicarse dos veces.
El amigo más honesto
¿Hiciste algo mal? Ok. Habrá muchos que te digan que no te equivocaste, que fue lo mejor, pero siempre está esa persona que te pregunta: “¿quieres que te diga lo que realmente pienso”? Y es entonces cuando ¡ouch! La verdad llega a tus oídos. Quizá al principio te pones a la defensiva y te saca de quicio, pero al final, su sinceridad te salva de la soberbia. Solo hay que tener cuidado, pues existe una delgada línea entre el amigo honesto y aquél que busca hacerte menos.
La amistad para ir al partido de futbol
…O al béisbol, o a sembrar un árbol, o a un concierto. Nos referimos a aquella persona que comparte tus pasatiempos y por eso resulta siempre agradable estar a su lado. Incluso puedes verla solamente un par de veces al año, pero cuando se estrena esa película de ese director o viene la final de americano, ¡el Whatsapp suena!
Aquél que te querrá de manera incondicional
Te pusiste una borrachera, te sacó cargando, te llevó a tu casa cuando estabas en modo bulto: ahí está. Le confiesas que fuiste infiel, que le mentiste a tu jefe, que has hecho algo poco honorable: ahí sigue. Ese amigo siempre está, y a diferencia del juzgón, te escucha, te apapacha y te acompaña en tus odiseas. Cuídalo mucho, que vale la pena.
La amistad a la que admiras
Suele ser alguien mayor que tú, como un profesor, un pariente o alguien que te ha dejado una gran lección y que, además, logra ver tu potencial. A veces, estos amigos se sienten como coach de motivación personal: te animan a enviar tu currículo, a llamarle a esa persona que te encanta, a renunciar a un trabajo horrible… El problema de este tipo de vínculos es que el que la hace de gurú a veces se siente ligeramente superior: “Las amistades tienden a ser simétricas, y si uno funciona como mentor, tiene cierto poder sobre el otro”, señala María Palacín.
La amistad para reírte a carcajadas
Todo esta mal. Hay una pandemia, no tienes dinero, sientes que tienes Covid-19 todo el tiempo, pero de repente tienes una llamada de Zoom con este amigo y ¡pum! No dejas de reír —incluso a distancia, frente a la computadora—. Y pues ya está: te hizo el día, de repente los problemas más grandes pueden contener una pizca de humor negro, y todo fluye. ¡Amamos este tipo de amistades!
El amigo que nadie conoce
¿Recuerdas cómo el papá de The Nanny jamás apareció en escena? Bueno: se trata de lo mismo: a tu amigo no le conocen ni el fleco, pero tú lo amas y lo quieres como incondicional. Y lo es. Se trata de alguien que no fue en la escuela contigo, que quizá conociste en un curso raro en el que te metiste por ocio o en las clases de spinning, pero que tiene tanto en común contigo que lo necesitas en tu vida. Puede que nadie lo identifique en las fotos, pero las pláticas largas con una cerveza son más que memorables para ti. Y eso es lo que importa.
La amistad laboral
“A lo largo de tu experiencia laboral puedes llegar a tener algún tipo de amigo o dos que proceden del trabajo, pero no es demasiado aconsejable”, señala María Palacín a El País. Esto debido a que, según su experiencia, el plano profesional y emocional pueden hacer corto circuito. No obstante, al estar tantas horas conviviendo con alguien —si es que no has adoptado el modelo de home office en tu profesión— resulta imposible no intimar. ¿La prueba de fuego? Si dejan de trabajar juntos y aún así pueden platicar de otros temas que no sea el chisme del de sistemas: felicidades, son amigos.
¡El Wokiiamigo!
Obvio, hablamos del mejor amigo del hombre: nuestros perritos. ¿Qué sería de nosotros sin sus lengüetazos, sus cariños y su amor incondicional? No lo olvidemos: a veces la mejor amistad es aquella que te acompaña en el camino, en silencio y queriéndote sin esperar nada a cambio.
¡Feliz Día Mundial de la Amistad!