Si antes era la crisis de los 40, ahora es la crisis de los 25. La depresión en jóvenes ha aumentado y esto es lo que piensan los psicólogos.
Cada vez es más común escuchar o leer comentarios de jóvenes en sus 20 que experimentan crisis existenciales. Los psicólogos han confirmado que la nueva crisis de los 40 ahora es la crisis de los 25, y que esto se debe a la depresión en los jóvenes.
El tema no es nuevo: esta edad suele ser muy estresante para muchos, pues es la transición entre la vida de estudiante y la vida profesional. Para muchos, hay cambios de dinámicas diarias, nuevas responsabilidades económicas y la presión de que deben planear su futuro.
Los 20 también son una edad que, para muchos, es sinónimo de “sentar cabeza”: formalizar relaciones, enfrentar rupturas de esos amores de universidad, mudanzas, independizarse o hasta formar una familia.
Pero lo que ha preocupado recientemente a los psicólogos es que la depresión en jóvenes aumenta cada año un promedio del 25%. Durante la pandemia, estas cifras se duplicaron incluso en los menores de 20 años.
Depresión en jóvenes: ¿por qué aumentan las cifras?
Según las últimas estadísticas, un 36% de los jóvenes entre 15 y 29 años ha sido diagnosticado de alguna condición que afecta su salud mental. La enfermedad más común es la ansiedad, seguida o combinada con la depresión.
En el caso de México, 64% de adolescentes y 71% de jóvenes presentaron síntomas de depresión, según los resultados de la encuesta VoCes-19.
Esto se suma a un panorama económico adverso para los jóvenes mexicanos, en el que por lo menos 3.6 millones de jóvenes abandonaron sus estudios en 2020 para generar un ingreso, o bien, perdieron sus empleos formales.
Definitivamente, la pandemia fue responsable, en buena medida, del aumento de estas cifras de depresión entre los jóvenes. Pero no es la única causa.
Algunos especialistas coinciden en que la principal causa de depresión en los jóvenes es la falta de objetivos en su vida. Esto puede ser debido a la falta de empleos, a la incertidumbre que les causa el futuro y la inestabilidad económica que vivimos.
En un mundo tan incierto, con el cambio climático al acecho y el desempleo o empleos mal remunerados, es difícil que los jóvenes puedan concebir un futuro ideal. Y esto repercute en su capacidad de establecer objetivos a mediano y largo plazo.
¿Cómo afectan las redes sociales al autoestima?
Otra causa del aumento de la depresión en jóvenes está relacionado con temas de autoestima. La constante exposición a las redes sociales, que muestran aspectos irreales e idealizados de la vida de influencers y celebridades, está provocando que millones de personas crean que sus cuerpos y sus vidas son miserables.
La depresión en jóvenes ha crecido en la misma proporción en que aumentan cifras como las cirugías plásticas para parecerse a las celebridades de moda. O para “corregir imperfecciones” tal como lo hacen los filtros fotográficos.
Conceptos como “aesthetic” se han puesto de moda para presumir looks muy coordinados, en espacios de ensueño. Y que, para millones de jóvenes, es inalcanzable debido a su situación económica y social.
La constante presión de tener una vida instagrameable, aesthetic y que le guste a miles de personas puede derivar en problemas de salud mental serios para quienes no tienen una autoestima sólida o redes de apoyo familiares y de amigos que les ayuden a dimensionar que las redes sociales son una ilusión.
Jóvenes con depresión: sin acceso a servicios
Pese a estas cifras, el panorama no es del todo negativo. De hecho, por primera vez las nuevas generaciones han logrado desestigmatizar la salud mental. Lo que para nuestros padres y abuelos era un tabú, hoy es un tema que se discute más abiertamente.
Hoy, ir a terapia es algo que puede verse tan natural como ir a la escuela o ir al gimnasio. Pero esto no significa que todos los jóvenes tengan acceso a servicios de salud mental. Por el contrario, para millones de personas se trata de un privilegio que no pueden costearse.
Ante esta crisis de salud mental, organizaciones de salud luchan por dar acceso a todos los jóvenes que no pueden pagar terapias y medicamentos para salir de la depresión o de la ansiedad.
Ponerle un remedio a esta ‘nueva’ crisis de los 25 puede ser determinante para afrontar otros episodios similares a los que vengan con el paso de los años. Y para ello, es necesario tomar acciones desde los gobiernos hasta las universidades y el mundo laboral.
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