Aunque no lo creas, un reciente estudio de Princeton, EU, ha revelado que convivir con la naturaleza puede incrementar tus niveles de felicidad. ¡Veamos!
Algunos hemos tenido grandes beneficios durante el confinamiento, sobre todo los que somos fans de las plantas y la naturaleza porque nos hemos dedicado más a cuidarlas. De hecho, para muchos la jardinería se ha vuelto el pasatiempo favorito.
Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado por qué sientes tanta paz mientras cuidas las plantas, el pasto o los animalitos del bosque? Un estudio de Princeton nos da la respuesta. Parece ser que la serotonina es la responsable.
En wokii sabes bien que somos ‘pro planeta’ así que es importante que además de hacer conciencia, te motivemos a cuidar la vida verde que hay a nuestro alrededor por nuestro propio bienestar.
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¿Qué beneficios nos trae cuidar la naturaleza?
Por ejemplo, mientras trabajamos en el jardín bajo los rayos del sol nuestros niveles de serotonina aumentan y por ello nos sentimos más felices.
Esto lo determinó el análisis de Princeton que realizó previo a la pandemia. En él participaron 370 personas residentes en Estados Unidos. 180 de estas personas afirmaron ejercer la jardinería doméstica de manera activa. Es decir, debían cuidar la naturaleza que hay a su alrededor mínimo 90 minutos a la semana.
Todos ellos mostraron ser más felices ya sea porque riegan con regularidad sus plantas, porque han plantado un árbol alguna vez en la vida o rescatado a un animalito indefenso. A diferencia de otras personas que acostumbran realizar actividades como salir a comer fuera, montar en bicicleta o ir de compras. Es decir que sus niveles de serotonina eran mucho más bajos que los del primer grupo.
Rodearse de naturaleza: una actividad positiva
“En el caso de la jardinería podría proporcionar los beneficios para la salud que se obtienen de las frutas y las verduras frescas, promover la actividad física y apoyar el bienestar emocional, lo que puede reforzar este comportamiento saludable”, explica Anu Ramaswami, responsable de la investigación de Princeton.
Además, el estudio reveló que si tu jardín se compone más de vegetales que de plantas ornamentales serás un poco más feliz. Esto debido a que, al verlos crecer y madurar o dar frutos, logras generar un vínculo más estrecho. Lo mismo sucede al cuidar la naturaleza: protegiendo las zonas verdes, recoger la basura de los parques o evitar encender fuego en una montaña.
Creando vínculos emocionales con la naturaleza
El estudio reveló que al hacernos conscientes de que los árboles o las plantas son seres vivos que requieren de cuidados, se crea un vínculo emocional positivo. Porque si te das cuenta, la naturaleza lo que más nos aporta es tranquilidad, oxígeno, comida y hasta un escenario cómodo para hacer ejercicio.
Esta investigación no solo demuestra la relación que existe entre el cuidado de la naturaleza y nuestra propia felicidad. También es referente en cómo esta actividad ayuda a proteger el medio ambiente y por consiguiente al planeta, que tanto lo necesita.
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