El problema de escasez de agua alrededor del mundo es grave, pero si llevamos a cabo acciones eficaces y contundentes, la solución puede llegar muy pronto.
Después de 2 años de pandemia, crisis financieras, guerras, escasez de suministro de todo tipo de materias primas, componentes electrónicos, así como muchos otros obstáculos, es que hemos encontrado maneras de reinventarnos, apoyándonos más en la tecnología y realmente haciendo equipo para encontrar soluciones a desarrollar.
Tal es el caso de las nuevas vacunas, sin embargo, también debemos enfocarnos en potenciar un espíritu de ciudadanos solidarios sostenibles. Estas últimas semanas que he estado en algunas ciudades del noroeste de México, como Tijuana, Ensenada y Monterrey, recordé de cerca algo que tiene décadas subiendo poco a poco, a escala. Y hablo sobre la combinación de cambio climático con sequías extendidas. Las cuales han provocado problemas no vistos en esta magnitud en muchas ciudades, que en mi caso recuerdo desde mi niñez en Ensenada: temporadas con días por zonas sin agua.
Esta situación nos forzaba a implementar medidas de adaptación desde tinacos, cisternas. Y todo tipo de inventos para conservar y hacer un buen uso del agua.
¿Cómo hacen los demás para revertir la reducción de emisiones?
En este momento es fundamental lo que realmente hacemos para revertir la tendencia reducción de emisiones. Que siguiendo el ejemplo de ciudades y regiones que han aprendido a sobrevivir a una sequía extrema o desarrollarse en el desierto como Israel con prácticas innovadoras en el campo son pasos claves. Otras ciudades que han trabajado en aprovechamiento, optimizando la recolección de agua en fuentes naturales y construyendo más almacenamientos de agua, son sólo algunas medidas de adaptación, pero no sostenibles.
Partamos de datos macro, de la realidad del agua en el planeta: más de 1,000 millones de personas no tienen acceso a agua. Mientras que otros 2,700 millones les hace falta por lo menos 1 mes del año. Con la tendencia que llevamos y según las proyecciones respaldadas por la ONU, la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en 40% para el año 2030. Debido a una combinación de factores como el cambio climático, la actividad humana y el crecimiento demográfico.
Así es el suministro de agua en países desarrollados
El suministro de agua disponible no solo está determinado por la lluvia, también depende de la cantidad de agua que fluye hacia el almacenamiento de agua, junto con la capacidad y seguridad de ese almacenamiento. Poniendo como ejemplos de planeación tenemos a Sídney, Australia, donde puede almacenar hasta cinco años de su demanda normal de agua. Al igual que con proyectos de aprovechamiento de esta a gran escala.
A pesar de estas ventajas, los residentes de Sídney ahora se encuentran bajo restricciones de agua en etapa uno. Es decir, que cuando sus depósitos están llenos solo al 50%, tienen 24 meses de reserva sin empezar a desalinizar.
Hay otros ejemplos de ciudades con diferentes razones que han provocado mayor escasez de agua, como Sao Paulo, Brasil, donde la crisis fue apodada como el “Efecto Amazonas”. La deforestación de la Amazonía provocó esta sequía que afectó a toda la población de la región, teniendo como foco rojo una mayor escasez a corto plazo, si los agricultores no dejan de talar los bosques.
La contaminación del agua en otros países
Por otro lado, tenemos a Bangalore, región importante de la India, con un intenso crecimiento de nuevos desarrollos inmobiliarios, trayendo consigo la contaminación del agua como el principal problema que enfrentan. Han llegado al grado de que no cuentan con ningún lago en las condiciones óptimas. El cual proporcionaría agua potable para uso doméstico, es decir, el 85% del agua solo puede destinarse para riego y ciertas industrias.
Siguiendo con demás lugares, Yakarta, la capital de Indonesia, se enfrenta a la amenaza del aumento del nivel del mar al igual que otras ciudades costeras. Dado que menos de la mitad de los habitantes de la ciudad tienen acceso a agua corriente, la excavación ilegal de pozos se extendió drenando los acuíferos subterráneos.
Mientras tanto, Rusia tiene el 25% del agua dulce del mundo en sus reservas. Es el hogar de 2 millones de lagos y 210,000 ríos. Sin embargo y desafortunadamente, el país lucha con los problemas de contaminación provocados por malas prácticas industriales de muchas décadas.
Las claves para mejorar las condiciones del agua potable
En Tokio, se goza de unas precipitaciones anuales privilegiadas, pero a pesar de ello se concentra únicamente en cuatro meses del año. Por lo que esa agua debe ser recolectada de manera eficiente; afortunadamente, las autoridades de la ciudad ya cuentan con por lo menos 750 edificios públicos y privados con un sistema de recolección y utilización de agua de lluvia.
En el caso de México, las principales causas del desperdicio de agua en ciudades, es por las fugas, provocadas por falta de renovación de la infraestructura para el suministro de agua por tubería. Ya que se pierde en el camino entre fuentes y puntos de suministro; por lo que el mantenimiento preventivo e inversión a nivel de red municipal es clave.
La Ciudad de México, donde la escasez de agua no es nada nuevo para muchos de los 21 millones de habitantes. Pues una de cada cinco personas recibe apenas unas horas de agua continua y 20% tienen agua corriente durante sólo una parte del día. La pérdida de este componente vital debido a problemas en el sistema de tuberías se estima en un 40%.
Es así que cierro diciendo: Tenemos un gran reto de administración, planeación, uso e inversión de este vital líquido para el mundo: el agua. Pero es justo el momento de crisis un parteaguas fundamental, en el que debemos de voltear y aprender del pasado, darle valor a todas aquellas prácticas que se hicieron y las que no, para que del error nazca la posibilidad.
Es fundamental reforzar esfuerzos entre países, pues todos compartimos un hogar, donde nos unen cuencas, bosques, ríos y demás. No podemos planear y actuar de manera aislada. No dejemos de traducir estos aprendizajes en acciones. Pero sobre todo no se nos olvide “ya que venga la lluvia y se llenen las presas”, dejar un tema clave que se debe atender hoy.
Es nuestro planeta y uno de sus tesoros es el agua, cuidémosla pues todos requerimos de esta para subsistir.
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es Director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.
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