¡Quítale pesadez a tu día a día! Te contamos cómo reducir y manejar el estrés con esta técnica de un especialista conductista.
Se ha vuelto tan común decir “estoy estresado” que nos parece casi casi un estado natural de la mente y el cuerpo. Pero la realidad es que el estrés es un evenenamiento lento que desata muchas enfermedades. ¿Cómo reducir y manejar el estrés?
De acuerdo con Nick Trenton, psicólogo conductista, es posible aprender a manejar el estrés mediante la toma de conciencia. En su libro Dejar de pensar en exceso ofrece varias técnicas rápidas y fáciles de usar para aprender a gestionar el estrés, contra el overthinking y para frenar los pensamientos negativos.
Esto se puede conseguir a través de ejercicios de meditación y, entre las técnicas que se presentan en su libro, está la técnica de las cuatro A, que son auténticos salvavidas en casos de estrés, ansiedad y crisis.
Trenton define cuatro “A” que hay que tener en cuenta para manejar y reducir el estrés. Toma nota:
Ajustar: cambia las situaciones que puedes cambiar, o evítalas por completo si es posible.
Aceptar: hay situaciones que no puedes cambiar y no queda más que aceptarlas.
Adaptar: estar en situaciones que nos estresan, pero tratar de ponerle buena cara.
Alterar: comunicarle a los demás que hagan cambios para reducir el estrés en nuestro entorno.
¿Cómo manejar y reducir el estrés?
Hay muchas exasperaciones en la vida que puedes simplemente apartar y evitar. No podemos controlar todo, pero es posible organizar nuestro entorno para no tener que estar en un lugar y con personas estresantes. Tenemos que reflexionar sobre lo que nos estresa y cómo podemos manejar el estrés para moderarlo o eliminarlo por completo.
Un ejemplo concreto y muy sencillo: si consideras que la aglomeración de los sábados por la mañana en el supermercado es un elemento estresante, puedes reorganizar tus planes yendo en días menos caóticos.
Si nuestra agenda está llena de compromisos, se puede anular algo en función de las prioridades reales o delegando otras. Por lo tanto, no es necesario manejar el estrés, sino evitarlo por completo. De este modo, se podrá decir NO al estrés innecesario y perjudicial.
La segunda técnica consiste en cambiar la situación que provoca estrés. Podemos pedir a los demás que cambien un comportamiento que nos perjudica, en lugar de soportarlo pasivamente. Debemos aprender a comunicar directamente nuestras necesidades y sentimientos, en lugar de sufrir en silencio.
No podemos evitar todas las situaciones estresantes, pero quizás podemos influir en el desarrollo de los acontecimientos que las generan. Supongamos que nos invitan a una fiesta a la que no queremos ir, pero tenemos que estar allí. Podemos asistir, aparentar tranquilidad, pero dejar claro que después de un par de horas tendremos que irnos por otro compromiso.
Una tercera forma de manejar y reducir el estrés es aceptar que hay situaciones que no nos gustan. Hay que comenzar reconociendo nuestras propias emociones frente a estos entornos y decir: está bien sentirse así.
Por ejemplo, si alguien nos hace daño, la aceptación significa el perdón. Y no estás perdonando a la otra persona, sino que es algo que haces por ti mismo, para librarte del estrés y del resentimiento.
¿Cuál es la mejor manera de manejar el estrés?
La aceptación no significa estar de acuerdo con lo que ocurre, aunque no te guste, únicamente significa aceptar lo que no se puede cambiar, cambiando el enfoque a lo que se puede modificar para evadir sobre pensar (overthinking).
Adaptarse es hacer cambios más duraderos en nuestra visión del mundo, nuestros objetivos, nuestra percepción y las expectativas que tenemos. Adaptarse es cambiar uno mismo para afrontar mejor la vida.
Un ejemplo práctico: uno puede comprometerse a elegir dejar de tener pensamientos negativos, centrándose en ser una persona más optimista y positiva. En lugar de ver algo como una crisis, podemos cambiarle el nombre y verlo como un reto. Adaptarse significa encontrar nuevas formas de ser más fuerte.
También te recomendamos: Tener a la pareja adecuada te ayuda a reducir el estrés, según estudio