Desde 2016, Elon Musk busca a través de su compañía Neuralink conectar de manera directo a humanos con máquinas. Algo que parece ciencia ficción.
Desde 2016, Elon Musk busca a través de su compañía Neuralink conectar de manera directa a humanos con máquinas. Para ello, el trabajo de su compañía se centra en precisamente eso: crear interfaces que conecten los cerebros humanos con las computadoras.
Se busca que a través de estos sensores implantados en el cráneo se puedan identificar órdenes y ejecutarlas de manera física. Algo así como activar un celular o un teclado sin usar nuestros dedos o voz.
Si bien Neuralink fue creada hace cuatro años, Elonk Musk nos había compartido a cuenta gotas —hasta ahora— lo que sucedía en su compañía de San Francisco.
Esta semana el secretismo se terminó gracias a una conferencia de prensa en la que este genio de origen sudafricano nos mostró en qué punto se encontraban.
Durante su ponencia, Elon Musk nos mostró a Link V0.9. Un chip que se implanta en el cerebro ya que mide 23 x 8 milímetros y que se comunica con las neuronas del cerebro a través de 1,024 electrodos. Además, solo lo tendrás que cargar una vez al día.
“Es como un Fitbit, pero en tu cráneo“, explicó el también dueño de Tesla.
También en la presentación, Elon Musk mostró los avances obtenidos en Neuralink a través del estudio de tres cerdos a los que les fueron implantados estos chips. Gracias a estos estudios previos, Musk aseguró que con cirugía ambulatoria y sin necesidad de permanecer más de un día en el hospital, se podría implantar el chip.
Si bien controlar las extremidades artificiales a través de chips implantados en el cerebro ya es una realidad. Elon Musk, como siempre, busca ir más allá. Y ha expresado su interés para que este chip permita, por ejemplo, abrir un Tesla, reproducir música o comunicarse entre cerebros sin la necesidad de hablar. Algo que hasta ahora no es posible.
El sueño de Musk es que Neuralink sea el puente que construya una relación sintetizada entre los humanos y la inteligencia artificial. Algo que quizás parece de ciencia ficción, pero lo cierto es que está más cerca de lo que creemos.
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