Dirían los extranjeros: “Just in Mexico” y ¡sí! En nuestro país se les ocurrió la maravillosa idea de crear a Pandemio, mascota que fomenta la vacunación.
Aprobación para unos e indignación para otros, son los sentimientos o reacciones que ha despertado Pandemio, una de las botargas que tiene como objetivo animar a los mexicanos que acuden a vacunarse contra el Covid-19, durante el tiempo que permanecen en observación.
Aprobación porque su labor es positiva, causa gracia y alegra con sus bailes. Indignación por el nombre que eligió, al menos es lo que dejan ver los mensajes en redes sociales que expresan que es “desafortunado” o de “mal gusto”.
“Wey, le pusieron Pandemio a la botarga de Panda que baila en los Centros de Vacunación. Pandemio, El Panda. Nuestro compromiso con el humor negro no conoce límites. No que no lo supiera, no’más no deja de sorprenderme”, escribió en Twitter el usuario Ariel Aquino.
Lo cierto es que la popularidad de Pandemio va en ascenso y se suma a la de otras botargas como Susana Distancia, Covidio y Coverto, por mencionar solo algunos.
Pandemio causa controversia
El joven que se encuentra debajo del disfraz de oso panda se llama Mariano Torrestrueba Merlos. Tiene 28 años de edad y ha contado que las mismas personas de entre 30 y 39 años que acudieron a vacunarse a la Biblioteca José Vasconcelos, en la colonia Buenavista, fueron quienes lo bautizaron con el nombre de Pandemio.
Su labor en los Centros de Vacunación va desde invitar a los mexicanos a que se vacunen hasta recomendar ejercicios de activación y bailar a diferentes ritmos con los recién vacunados, durante el tiempo que permanecen en observación.
Mariano es el segundo de tres hijos y vive con su mamá Gabriela Merlos en la alcaldía Benito Juárez. Todos los días, al terminar su agotadora jornada, su mamá lo espera en casa y es ella quien se encarga de lavar su disfraz.
Hasta antes de la pandemia por Covid-19, Mariano trabajaba en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), pero por los efectos económicos de la crisis sanitaria se quedó sin trabajo. Y fue en abril de este año cuando recibió un mensaje de bienvenida al Programa Ponte Pila, del Gobierno de la Ciudad de México.
Hoy su recompensa es la satisfacción de las miles de personas que le expresan simpatía, admiración y agradecimiento por alegrar su estancia durante la aplicación de la vacuna. ¡Todos quieren una foto con Pandemio!
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