¿Cómo luchar contra la desertificación?

Tal vez en las fotografías los desiertos se ven muy bien. El problema es cuando estos desiertos antes fueron un bosque, por ejemplo, y todo su ecosistema se arruinó debido a la acción humana. De eso se trata la desertificación, un problema de alto riesgo que acompaña al cambio climático.

La lucha contra la desertificación supone combatir un gran problema que, como tal, requiere grandes soluciones. O, al menos, soluciones innovadoras, eficientes y sostenibles.

La desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestro tiempo. Según la definición de desertificación, se trata del proceso por el cual las tierras fértiles de las zonas secas del planeta se van convirtiendo en tierras improductivas y desérticas.

Entre las causas de la desertificación destaca fundamentalmente la actividad humana (la agricultura, la ganadería, la tala ilegal, la urbanización y la contaminación de los suelos) y el mismo cambio climático.

De acuerdo con la ONU, cada año desaparecen más de 24 mil millones de toneladas de suelo fértil. En el mundo hay más de cien países con condiciones de aridez y semiaridez. África es el continente más dañado por la desertización; le siguen Asia, América Latina y el Caribe.

¿Qué es la desertificación y cómo combatirla?

Ningún país es inmune a la sequía. El número y la duración de las sequías ha aumentado 29% desde 2000 y, hoy por hoy, hay más de 2,300 millones de personas que sufren problemas a causa de la escasez de agua.

Se trata de cifras muy preocupantes, sobre todo considerando que 1 de cada 4 niños en el mundo se verán afectados por este fenómeno hacia 2040, según la UNICEF.

Luchar contra la desertificación es combatir la pérdida de biodiversidad, el cambio de usos de la tierra, el calentamiento global y la falta de agua. En este artículo te contamos qué iniciativas se están llevando a cabo para lograrlo.

Un factor a tener en cuenta en la lucha contra la desertificación es la agricultura alternativa. El 80% de su suelo se considera degradado debido al agotamiento. Además, los agricultores que viven en zonas secas y semiáridas representan aproximadamente el 50% de la producción agrícola y ganadera.

Por eso, cada 17 de junio se celebra el Día Mundial contra la Desertificación. También se instauró la Convención para la Lucha contra la Desertificación, organismo de la ONU que lidera las celebraciones del día internacional.

¿Qué soluciones se están aplicando en el mundo?

Desde hace más de 10 años, en África se está construyendo una barrera vegetal que rodea el desierto del Sahara para contener su expansión y frenar la desertificación.

Su nombre es la Gran Muralla Verde, el programa insignia de África para combatir los efectos del cambio climático y la desertificación y construir paisajes y medios de vida resilientes.

El objetivo de esta idea, que se puso en marcha en 2007 y que ya involucra a 30 países, es contrarrestar los efectos del cambio climático, proteger y potenciar la vida salvaje y evitar la deforestación.

Lo que empezó como muro de contención ya ambiciona ser un anillo que rodee el desierto más extenso del planeta. Además, este proyecto ya es todo un referente a nivel mundial.

Otro esfuerzo es el de la empresa Desert Control, fundada por el noruego Kristian Olesen. La compañía creó una tecnología llamada Liquid NanoClay (Nano Arcilla Líquida) (LNC), que combina las nanopartículas de arcilla y agua para transformarlas en un nuevo material.

El producto permite que incluso el suelo árido del desierto se convierta en un lugar adecuado para la siembra. De esta forma, podríamos volver el suelo árido en fértil de nuevo para combatir la desertificación.

Aún queda tiempo para que innovaciones como esta sean accesibles para cualquier territorio. Hasta entonces debemos seguir previniendo y combatiendo la desertificación de todas las formas posibles. Proteger el planeta y la sostenibilidad es un asunto de todos.

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