¿Cuál es la línea entre pensar primero en nosotros y ser egoístas? Aquí te decimos cómo establecer límites contigo mismo y con los demás.
Establecer límites no siempre es fácil. Para empezar, debemos aprender a diferenciar entre lo que es un límite saludable y lo que es un acto de egoísmo, y encima de esto, tampoco es fácil aprender a comunicarnos de manera asertiva cuando se trata de límites que son importantes para nosotros. ¿Cómo aprender a poner límites con los demás?
Los límites son esenciales para tu bienestar y crecimiento personal. Aprender a establecerlos es aprender a respetarte a ti mismo y a los demás.
Reconocer tus emociones es el primer paso para saber dónde necesitas establecer límites. Y cuando establezcas límites sé directo y honesto. Explica cómo te sientes y qué necesitas, sin culpar o atacar. Por ejemplo: “Necesito descansar los domingos para recargar energías y mantener equilibrio”.
Cuando aprendes a poner límites, te será más fácil colocarte al centro de tus decisiones: ¿qué es lo que me conviene a mí, y no necesariamente a los demás? No es egoísmo, es escucharte y hacerte caso sobre lo que se siente bien.
Aprende a establecer límites
Pero, ¿qué pasa cuando las personas con quienes convivimos son muy difíciles y no aceptan nuestros límites? Si de por sí aprender a reconocer y comunicar nuestros valores no es fácil, estar con una persona que se toma los límites ajenos como algo personal es todavía peor.
Así que aquí te hablaremos un poco de cómo establecer límites ante personas difíciles.
1. Analiza si vale la pena esa persona
Es un inicio fuerte en la lista de consejos para aprender cómo establecer límites ante personas difíciles, pero es fundamental. Si notas que hay una persona en tu vida que está exigiendo de ti más de lo que puedes dar, ¿por qué continúa presente en tu día a día?
A veces cortar lazos es difícil, sobre todo cuando el vínculo se ha vuelto tóxico y la separación se vuelve casi imposible, pero si notas que algo no anda bien con la manera en que te sientes cuando estás con ese alguien especial, quizá es momento de comenzar a replantearte su lugar en tu vida.
Sobre todo si vas a pasar por todo el esfuerzo emocional que implica poner límites, ¿es esta persona alguien que quieres preservar en tu vida, aunque sea bajo otro tipo de acuerdo? Si la respuesta es no, no te preocupes, te has ahorrado un poco de tiempo.
2. Para poner límites, primero trabaja en ti
Para poder establecer límites ante los demás, es fundamental que tú sepas bien qué quieres para ti. ¿Qué tipo de relaciones te gustan? ¿Lo tuyo es la monogamia o el poliamor? ¿Necesitas tiempo a solas cada cierto tiempo?
Este tipo de preguntas te ayudarán a comprender cómo te puedes sentir más respetado en una relación y en la medida en que tú lo sepas, más fácil será compartirlo.
3. Elabora bien tus argumentos y sé empático
Una vez que tengas más claro qué es lo que importa para ti y cómo quieres vincularte, recuerda ser empático al comunicarte con los demás.
Es decir, no seas agresivo esperando que todos piensen igual que tú o se adapten, sino que siempre que quieras establecer un límite hazlo desde una postura de amor y comunicación, compartiendo por qué para ti es importante que ese tema se respete.
4. Cómo establecer límites: mantén distancia
Si pese a los intentos por comunicarte de forma saludable, esa persona difícil todavía no respeta tus límites, entonces te aconsejamos que marques una distancia tanto física como emocional.
Recuerda que tú no eres responsable de las experiencias personales de alguien más y tienes todo el derecho de soltarlas. Así que si alguien más no acepta tus límites, puedes distanciarte con empatía y respeto.
Suscríbete aquí a nuestro newsletter semanal y recibe buenas noticias directamente en tu correo electrónico.
También te recomendamos: 7 señales de que tienes una amistad tóxica (y qué hacer al respecto)