Se cumple medio siglo de la muerte de Coco Chanel. Hoy es reconocida como una pionera del feminismo que allanó el camino a las mujeres del mundo.
Se cumple medio siglo de la muerte de Coco Chanel. Actualmente, es reconocida como una mujer valiente y empoderada que allanó el camino a las mujeres del mundo. Una pionera del feminismo, libre y rebelde. Y es la única diseñadora de moda que aparece en la lista de la revista Time de las 100 personas más influyentes del siglo XX.
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Resiliencia desde la cuna
“Cuando salí del orfanato me prometí dos cosas: que nunca dependería de un hombre y que me haría rica”. Esta frase se la atribuyen a Coco Chanel (nacida Gabrielle Chanel) y es una muestra de determinación y coraje. Si viviera actualmente, sería uno de los ejemplos perfectos de resiliencia. Sobreponerse a la adversidad fue una constante en su vida.
Después de que su madre murió por tuberculosis en 1895, fue llevada junto a sus dos hermanas a un orfanato en Aubazine (tenía 12 años) y luego a un internado. Ahí se fraguó el espíritu inquebrantable de la mujer que triunfó contra todo pronóstico.
Romper las normas
A través de la moda, Coco Chanel puso en jaque las convenciones sociales que ahogaban a las mujeres. Dijo adiós a los corsés, vestidos largos y pomposos y sombreros incómodos. Por primera vez en la historia, la damas empezaban a vestir pantalones, faldas a la altura de la rodilla, vestidos cortos (ella popularizó el conocido Little Black Dress que sigue tan vigente o más que en la época y que desterró el negro como color de funeral para ser el básico elegante hoy), chaquetas rectas o el uso de bisutería en lugar de joyas costosas.
Coco reivindicó la naturalidad y la comodidad típica del atuendo de los hombres y creó prendas femeninas que sin restar estilo, proporcionaban otra forma de ver la vida que permitió a las mujeres más independencia y libertad. “Una mujer ocupada necesita sentirse cómoda con su ropa. Tienes que ser capaz de subirte las mangas”, declaró en la década de los años 20.
El valor de ser diferente
“El único modo de ser irreemplazable siempre es ser diferente”, decía la irreverente diseñadora. Coco Chanel, más que nadie, supo rentabilizar su forma única de ser y ponerla al servicio de la moda y la cultura. Se enfrentó a la sociedad clasista y cerrada de la época y triunfó.
Mantuvo relaciones con distintos hombres, nunca tuvo hijos, vivió en el hotel Ritz durante 30 años (ahí murió el 10 de enero de 1971)… Nadaba a contracorriente en su vida personal y laboral.
El primer romance de Coco Chanel fue alrededor de 1905 con el oficial de caballería y heredero textil Étienne Balsan. Él la dejó vivir en su apartamento de París y ahí comenzó a diseñar y vender sombreros.
De forma paralela conoció al empresario Arthur Boy Capel, su gran amor. También fue su amante. Él terminó casándose con otra mujer y finalmente murió en un accidente de tráfico en 1919. Él fue quien le financió su primera boutique Chanel en 1910. También han quedado registradas sus relaciones con el duque Dmitri Pavlovich, nieto del zar Alejandro II, con Hugh Grosvenor, segundo duque de Westminster y con el músico Igor Stravinsky.
Su independencia queda reflejada en esta frase: “Dios sabe que quería amor. Pero en el momento en el que tuve que elegir entre el hombre que amaba y mis vestidos, elegí los vestidos”.
Coco Chanel: una empresaria a principios del siglo XX
En un mundo de negocios controlado por hombres, Gabrielle se convirtió en una de las primeras mujeres empresarias del siglo XX. Abrió su primera boutique en 1910, en Rue de Cambon, a unos metros de la Plaçe Vendome (y ahí sigue). En esa época las mujeres no podían pedir préstamos, así que Boy Capel fue el primero que sufragó sus ideas.
Tuvo que enfrentar varias crisis, como la depresión de los años 20, el crack del 29, las guerras mundiales… Pero Coco Chanel siempre volvió a la trinchera parisina para seguir cambiando el mundo a través de lo que mejor sabía hacer, moda.
Aunque muchos años la consideraron alejada de su universo creativo, volvió con fuerza en 1953. Ya tenía 71 años, pero siguió innovando y apostando por telas y siluetas nunca antes vistas. En este periodo, puso en boca de todos el tweed y creó el bolso 2.55, cuyo nombre es la fecha en que se creó, febrero de 1955 (al tener una cadena las mujeres podían colgarse la bolsa en lugar de llevarla en la mano).
Moda y arte
Sus frases legadas para la historia siguen vigentes. En una ocasión, Coco Chanel dijo: “La moda no existe solo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo“. Y es que ella se nutría de un poderoso círculo intelectual y artístico que sin duda influyó en su forma de ver la vida.
Entre sus amigos estaban Dalí, Picasso o Jean Cocteau. Gabrielle dio a la moda una percepción nueva, menos frívola y conectada con universos más profundos.
Hollywood a sus pies
Coco Chanel también fue pionera en reconocer la importancia de las alianzas con las celebridades. En 1931 Samuel Goldwyn le ofreció un millón de dólares para viajar a Hollywood y confeccionar trajes para las estrellas del momento como Audrey Hepburn, Katherine Hepburn, Liz Taylor y Anne Baxter.
El legado de Coco Chanel sigue vigente no solamente en la moda, sino en todas aquellas mujeres que buscan cambiar una sociedad machista y luchar por la paridad de género.