CocoPallet usa la cáscara de coco para crear tarimas de madera sin el uso de resinas sintéticas. Su técnica puede salvar 200 millones de árboles.
CocoPallet usa las cáscaras de los cocos para crear tarimas de madera sin el uso de resinas sintéticas. Lo han logrado debido al descubrimiendo de la macromolécula lignina, que actúa como un aglutinante natural. Además, el proceso de fabricación prescinde de pesticidas. Y así es como las cáscaras de coco pueden llegar a salvar 200 millones de árboles.
Producto 100% biodegradable
El resultado es un palet biodegradable que cuando ya no se usa o se desgasta puede ser triturado, reciclado o compostado. Incluso se puede usar como fertilizantes para el suelo.
Todo ha sido desarrollado a través de una alianza entre CocoPallet y la Universidad de Wageningen, ambas instituciones de origen holandés. Y se inspiraron en una técnica de la Indonesia primitiva.
La empresa afirma, incluso, que gracias a esta tecnología evitarán la tala de 200 millones de árboles al año, necesarios para producir las 1.700 millones de tarimas de madera que se fabrican anualmente.
Exportan bosques enteros de Asia
“Asia produce más de mil millones de pallets cada año. Requieren madera blanda que no crece en los trópicos, por lo que se importa de Canadá, Nueva Zelanda o Europa del Este en gran escala”, declara Michiel Vos, fundador de Cocopallet.
En términos muy gráficos, imagina que se exportaran bosques completos del continente asiático y eso se traduce en costos gigantes de transporte y por tanto de contaminación ambiental.
CocoPallet se ha trasladado precisamente a esta parte del mundo para usar los abundantes residuos de coco de la zona y convertirlos en pallets. Por ahora están en Sumatra e Indonesia. Con esta decisión hay doble beneficio: se elimina el transporte de las cáscaras de coco que van a salvar millones de árboles, y además se apoya a los agricultores locales.
Beneficios a gran escala
“Compramos la corteza de coco de los agricultores, creando un ingreso extra en la base de la pirámide. Los granjeros dejan de quemar las cáscaras de coco, lo que reduce la contaminación del aire. Nuestros CocoPallets reemplazan los palets de madera y menos árboles necesitan ser cortados para ese fin“, explica la empresa a través de su página web.
Otra ventaja es que estas tarimas de madera están hechas 100% de cáscara de coco desechada en países asiáticos y no usa plaguicidas para los árboles como la fumigación con bromuro de metilo. Se estima que la técnica de CocoPallet permite utilizar alrededor del 50% de los residuos de coco.
Pero las intenciones no se quedan solo en el uso de la fibra de coco. También usa la biomimética para seguir aprendiendo de la naturaleza y mejorar sus prácticas. Esta ciencia analiza las estructuras biológicas.
“La idea central es que la naturaleza ya ha resuelto muchos de los problemas con los que estamos luchando. Animales, plantas y microbios son los ingenieros más inteligentes en el desarrollo de estructuras, superficies y procesos”, comentan voceros de Cocopallet.
“Los CocoPallets tienen grandes ventajas: son más fuertes y livianos que los palets convencionales, son ignífugos y más fáciles de almacenar porque ocupan menos espacio. Sobre todo, son más baratos”, argumenta Vos sobre las bondades de dichos instrumentos naturales.
Este es un gran ejemplo de cuando la creatividad y las ganas por cuidar al planeta se unen por un objetivo común.