La experta en nutrición holística Renata Herrera nos cuenta cómo podemos cambiar hábitos sin sufrir ni pasarla mal durante el proceso.
Todos empezamos el año muy motivados con grandes intenciones de cambio. Buscamos soltar nuestros hábitos no deseados y adoptar nuevos hábitos que sumen en nuestra vida, sin embargo, pocas veces lo logramos. ¿Por qué no es fácil cambiar hábitos?
Un hábito es una respuesta automática a una situación específica. Una vez que aprendemos bien algo, este aprendizaje pasa al terreno de la mente inconsciente como un hábito, y desde ahí se activa cada vez que lo necesitamos.
Nuestra mente busca ahorrar energía y los hábitos son la mejor forma para lograrlo.
Cambiar un hábito es difícil porque, para bien o para mal, ese comportamiento es algo que nos ha servido hasta ahora y nuestra mente no quiere cambiar lo que funciona.
Para nuestra mente no hay hábitos buenos o malos, todos son iguales y todos le ayudan a ahorrar energía. Para aprender o desaprender algo gastamos mucha energía y uno de los principales roles de la mente es el de ¡ahorrar energía!
Cada vez que intentamos cambiar un hábito, estamos luchando contra nuestra mente.
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El camino para cambiar
Para cambiar un hábito o adoptar uno nuevo, es indispensable que nos enamoremos, no solo del resultado, sino también del proceso.
Es decir, si quieres empezar con el buen hábito de hacer ejercicio y salir a correr todas las mañanas pero odias correr, las posibilidades de que logres hacer de la carrera un nuevo hábito son bastante bajas.
Si el proceso para tener el nuevo hábito no es algo que te guste, difícilmente lo vas a lograr. Ahora, si bailar te encanta, ¿cómo ves si en lugar de salir a correr te pones a bailar con tu música preferida durante 40 minutos todos los días?
Cuando haces algo que te gusta, lograr que ese algo se convierta en un hábito es muy sencillo.
Esta es la razón por la que los gimnasios solo están llenos en enero. Mucha gente se inscribe y a los pocos días deja de ir, pensando que no tiene la fuerza de voluntad necesaria para hacer del ejercicio un hábito.
¡Pero no es eso!, lo que necesitan es encontrar un ejercicio que les guste para que amen el proceso hasta que éste se convierta en un nuevo hábito.
Si quieres hacer de la lectura un hábito, empieza con una buena novela.
Si quieres empezar a comer sanamente, prepárate comida deliciosa, no lo hagas con una lata de atún con limón y lechuga porque así no lo vas a lograr. Cuando te enamoras del proceso, ¡lo logras!
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