Según el estudio, el consumo regular de flavonoides se ha asociado con una menor incidencia de muerte por cáncer o enfermedades del corazón.
Basándose en la dieta y los registros de salud del grupo, los resultados del estudio sugieren una asociación entre el consumo regular de flavonoides y una menor incidencia de muerte por cáncer o enfermedades del corazón.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, señala que estos fitonutrientes -encontrados en una gran variedad de frutas, vegetales y bebidas- tienen grandes beneficios para la salud por sus propiedades antiinflamatorias, antihistamínicas y antimicrobianas, pero que aún falta aprender mucho sobre ellos.
Otro dato interesante fue que las propiedades de estos compuestos también tuvieron considerables efectos positivos entre fumadores y bebedores. Para ambos grupos es especialmente importante el consumo de flavonoides, pues es bien sabido que la ingesta de alcohol y tabaco aumentan la inflamación y el daño al sistema circulatorio.
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Éstas últimas son dos grandes áreas que los flavonoides han probado beneficiar. Eso sí, es muy importante que sepas que una dieta de este tipo no contrarresta del todo los daños ocasionados por el tabaquismo y el alcohol.
El estudio también sugiere que el potencial anticancerígeno parece ser mayor en aquellas personas que ingieren o incorporan a su dieta diaria más de 500 miligramos de flavonoides. “Es importante consumir diferentes variedades de flavonoides encontradas en diferentes fuentes de alimentos y bebidas a base de plantas. Esto se logra fácilmente en el día mediante una taza de té, una manzana, una naranja, 100 gramos de frutos rojos y 100 gramos de brócoli, por ejemplo.”, explica Nicola Bondonno, científica partícipe del estudio.
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Los investigadores también encontraron que, entre los sujetos analizados para el estudio, las fuentes más comunes de flavonoides fueron los tés, el chocolate amargo, las manzanas, el vino tinto, las uvas y peras.
Otras fuentes importantes de estos metabolitos secundarios de las plantas son: arándanos, ciruelas, todo tipo de bayas, naranjas, fresas, espinacas, frutos secos, derivados de la soya, granadas, melones, apio, pimientos, quinoa, tomates, garbanzos y papas dulces, entre otros.