Cada vez más gente busca distintas alternativas a la leche. Lo que pocos sabemos, es que algunas de ellas no son tan buenas para el medioambiente.
En consecuencia, cada vez más gente busca distintas alternativas a la leche. Lo que muchos desconocemos, es que algunas de estas opciones tampoco son tan buenas para el medioambiente. No te preocupes, aún existen un par de alternativas a la leche que no causan un impacto negativo en el medioambiente, ni en tu salud ¡todo lo contrario!
Las malas noticias primero
Comencemos con la leche de coco. Ésta, por ejemplo, proviene de árboles que sólo crecen en climas tropicales. La alta demanda de este producto y sus derivados comienza a imponer presiones para satisfacerla y con ellas sobrevienen problemas de explotación laboral y deforestación de grandes extensiones de bosque tropical. Así que no, es mejor que no consumas tanta leche de coco.
Llegamos a la leche de almendras. Por mucho tiempo fue la preferida de aquellos que se introducían al vegetarianismo o al veganismo. Estos frutos secos son sumamente nutritivos y parecían ser la respuesta a nuestras plegarias. Pero no. Recientemente se ha dado a conocer que esta deliciosa alternativa a la leche requiere mucha más agua que cualquiera otra para su producción. Además, satisfacer la demanda de sus plantaciones ha puesto en jaque nada menos que a las abejas. Casi el 70% de las colonias de abejas comerciales en Estados Unidos son llevadas a estas plantaciones para polinizar. Dicha presión ha hecho que casi un tercio de esta población de insectos muera.
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Casi lo mismo sucede con la leche de arroz. Su producción requiere toneladas cúbicas de agua y, de acuerdo a diferentes investigaciones, su cultivo intensivo produce muchas más emisiones de gases de efecto invernadero de lo que pensábamos y sus fertilizantes contaminan el agua. Lo sentimos, la leche de arroz tampoco es una gran opción.
Las buenas noticias
Aunque parecía que no lo lograríamos, por fin llegamos a las buenas opciones. La vieja conocida, la leche de soya, es una de las mejores alternativas a la leche. Sí, además de una buena fuente de proteína, la leche de soya y su producción tiene muchas menos consecuencias para el medioambiente.
¿La estrella en ascenso? la leche de avellanas. Además de su gran sabor y grandes cantidades de nutrientes, las avellanas provienen de árboles que son excelentes secuestradores de dióxido de carbono. A estas dos grandes opciones se suma la ganadora absoluta en términos de sostenibilidad: la leche de avena. No hay nada complicado ahí, es buena fuente de minerales, vitaminas y fibra. Su cultivo y posterior transformación en leche es la que menos impacto tiene en el medioambiente.