La acción del hombre y la mala nutrición son la causa de muerte de las ballenas del noroeste del Pacífico. Un estudio puede ayudar a recuperarlas.
Un estudio señala que las ballenas asesinas que habitan el noroeste del Océano Pacífico, conocidas como Orcinus orca, están en riesgo de desaparecer. Los últimos datos así lo confirman. Todo empezó en la década de los 90. Por alguna razón, hubo una disminución de la población de ballenas en el sur. Pasaron de 98 a 75 cetáceos. A partir de ese momento, Canadá y Estados Unidos incluyeron a estos animales en la lista de especies en peligro de extinción.
Estas ballenas residen en un espacio que va desde las aguas del sureste de Alaska y la costa de Columbia Británica hasta California. Y la mala noticia es que desde la década de los 90 no han podido aumentar la población. Actualmente, solo quedan 74. La razón por la que no han logrado aumentar los ejemplares tiene que ver con que no habían podido determinar las causas de su mortalidad y por tanto diseñar planes para prevenir esas muertes.
Golpes contra embarcaciones
Joseph K. Gaydos y Stephen Raverty han indagado en las causas de muerte de este mamífero. Junto con patólogos, biólogos y veterinarios de la vida silvestres han podido saber algo más. Según ellos está claro que la acción del hombre está muy relacionada con la elevada mortalidad de las ballenas de la zona del sur. Las causas: “El ruido y los golpes de los barcos, los contaminantes, la reducción de la abundancia de presas y la captura de estos animales para acuarios”, señalan los científicos.
Gaydos señala que “solo se encontraron el 3% y el 20 % de las orcas residentes del norte y del sur, respectivamente, y que murieron entre 1925 y 2011. A todas se le hicieron autopsias, pero incompletas o superficiales”.
Tuvieron otra oportunidad de examinar ballenas muertas. Revisaron los registros post-mortem de 53 animales que quedaron varados en el Océano Pacífico oriental y Hawai entre 2004 y 2013. Pudieron sacar conclusiones sobre la causa de muerte en 22 animales. Y también sirvió la información arrojada por el análisis a otros nueve ejemplares de los que no pudieron saber por qué murieron.
“Lo que se encontró fue interesante”, enumera Gaydos. “Lesiones causadas por humanos en casi todos los grupos de edad de ballenas. Algunos habían ingerido anzuelos de pesca, pero sobre todo habían muerto por traumas causados por una fuerza contundente, es decir por golpes contra barcos y hélices”. Este es el primer estudio que documenta las lesiones y la evidencia forense de traumatismos letales provocados por impactos de este tipo.
Hasta entonces, los gobiernos habían puesto atención a la contaminación acústica y cómo perturbaba a los cetáceos. Ahora esta investigación refuerza la necesidad de evitar los choques con embarcaciones porque son una causa importante de muerte estos animales.
Salud nutricional de las orcas
Gracias a este estudio, también desarrollaron un índice de condición corporal para evaluar la salud nutricional de los animales. Averiguaron si comían suficiente salmón, por ejemplo, para ver qué papel podría desempeñar la comida en la enfermedad y muerte de los animales varados.
Según el investigador, “nuestro equipo, que trabaja con numerosos colaboradores, incluida la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos (National Marine Mammal Foundation), está construyendo una base de datos de salud de las ballenas que viven en el noreste del Océano Pacífico para poder rastrear su salud a lo largo del tiempo”.
El siguiente paso es que los gobiernos tomen en cuenta estos resultados para diseñar programas que salvaguarden a estos animales.
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