Formada en España, esta compañía de danza cuenta con bailarines comprometidos, a los que su discapacidad les hace los mandados.
La danza es una actividad que exige esfuerzo físico y mucha concentración, por lo que, a decir de los expertos, los bailarines profesionales necesitan disciplina y constancia, así como mucho control de su mente y cuerpo.
Hay que decirlo: los bailarines son dignos de admiración, pero tienen aún más mérito los excelentes bailarines que integran la Compañía Elías Lafuente, la cual está integrada por jóvenes artistas con Síndrome de Down. Sí, la verdad son unos artistas en toda la extensión de la palabra.
Surgió en 1998 en España, y desde entonces, ha sido reconocida por el público, la crítica y recientemente por el Consejo Internacional de Danza, de la UNESCO.
“Es un momento muy importante para la historia de la discapacidad y de las artes escénicas”, dijo Elías Lafuente, director y profesor de la compañía.
Esta compañía de bailarines con Síndrome de Down cuenta en su repertorio con puestas en escena de El Lago de los Cisnes, el Fandango de Doña Francisquita, Las Bodas de Luis Alonso, Billy Elliot, La Verbena de la Paloma, La Bella y la Bestia y West Side Story.
Sin embargo, el más grande sueño de Elías Lafuente es llevar a sus “niños” a bailar a Nueva York y ¿por qué no?, también a París.
Además ha creado un centro ocupacional, donde los bailarines pueden elegir el área en la que se quieran especializar como escenografía, vestuario, maquillaje, utilería. Y, por su puesto, danza.
Finalmente, la misión de la compañía y su creador no sólo es formarlos como bailarines profesionales, sino ayudarlos en su desarrollo motriz y autonomía personal.
¿Y en México?
En nuestro país contamos con el Ballet Mexicano de la Discapacidad, un movimiento artístico fundado en 2009 que promueve la inclusión. Y permite a las personas con capacidades diferentes puedan desarrollar todas sus habilidades a través de la danza y la música.
Su creador, David Serna, además es miembro del Consejo Internacional de la Danza, ante la UNESCO, organismo que le dio un merecido reconocimiento a los bailarines con Síndrome de Down, de la Compañía Elías Lafuente.
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