Nuestro colaborador Daniel Peralta nos cuenta sobre la tecnología que se usó detrás de cámaras para llevar a cabo Avatar: The way of water.
En diciembre de 2009 la franquicia de ciencia ficción del visionario director James Cameron: Avatar, llegaba a las pantallas para convertirse en una de las cintas más exitosas del género y del cine mismo. Trece años después podemos disfrutar de su esperada secuela: The Way of Water.
El éxito, de lo que ya se ha confirmado como una saga con al menos una tercera y cuarta parte, se esbozó sobre la capacidad de Cameron para presentarnos y envolvernos en el extraordinario mundo de Pandora. A partir de su extraordinario apartado visual que sin lugar a dudas destaca por encima de cualquier otro aspecto cinematográfico y con lo que consolida su historia pero ¿cómo se creó este universo?
Locación y entorno
La filmación se llevó a cabo en Nueva Zelanda, locación que cuenta con vastos y hermosos paisajes. También ha sido sede de cintas como El Señor de los Anillos, entre otras. Por su ubicación geográfica es hogar de una extensa biodiversidad, ideal para ambientar lo que James Cameron veía en Pandora.
Además con imágenes generadas por computadora (CGI) y espectaculares efectos especiales a cargo del estudio neozelandés Weta Digital, consiguieron detallar el entorno y dar vida a criaturas como los banshees, thanators, los tulkun o los mismos Na’vi.
La realidad aumentada en Avatar: The way of water
Aunque son estos últimos en quienes se enfocaron los mayores esfuerzos. Primero los movimientos de estos seres se grabaron con motion capture en conjunto con el sistema de head rake, una cámara ubicada en las cabezas de los actores para capturar las expresiones faciales y así dotar de mayor realismo a los nativos de Pandora.
Luego, tanto las acciones como interpretaciones que filmó el reparto, se proyectaron sobre las animaciones de los Na’vi que, a su vez, se proyectaron en tiempo real sobre los entornos naturales de Nueva Zelanda. Todo esto por medio del sistema simulcan, la mayor tecnología de realidad aumentada que existe a la fecha pero aún faltaba el punto primordial: la tercera dimensión.
Tercera dimensión
El ojo humano está capacitado para ver en 3 dimensiones. Nuestro ojo izquierdo capta una imagen mientras que el ojo derecho capta la misma pero de manera independiente. Luego, es nuestro cerebro el que superpone ambas visiones otorgándoles la forma y profundidad, entre otros detalles, que percibimos.
Desde que el cine fue inventado por los hermanos Lumiere, se ha buscado replicar la visión humana tridimensional. A partir de los años 20 se realizaron diversos intentos para lograrlo siendo, desde 1980, el IMAX lo más cercano.
Pero todos y cada uno de estos intentos se realizaban sobre la edición o la misma proyección de la película. Es decir, al cine lo podíamos disfrutar en 3D pero no se filmaba en este formato hasta que, un buen día, James Cameron lo cambió todo.
En conjunto con Vince Pace desarrollaron en 2003, un sistema para llevar a cabo esta hazaña. El proceso consiste en replicar las capacidades y procesos del ojo humano, utilizando dos cámaras Sony HDCF9500 que filman una misma escena desde el mismo ángulo pero de forma independiente, consiguiendo una tercera dimensión estereoscópica.
Estos fueron el equipo utilizado y proceso perfeccionado para la primera entrega. En cuanto Avatar: The Way of Water se optó por cámaras Sony Venice con algunas modificaciones para lograr el amplio repertorio de escenas marinas.
Avatar: The way of water y la tecnología de fibra óptica
Por último, The way of water se filmó a 48 fotogramas por segundo (FPS), el doble de los 24FPS que se utilizan en el común de la industria. Esto implica mayor información en cuestión de procesamiento por lo que se requirieron 4.352 servidores HP Proliant BL2x220c G5 Blade con GNU/Linux conectados a un sistema de almacenamiento de un sistema de almacenamiento de 3 Petabytes de BluArc y NettAp vía fibra óptica para facilitar el procesamiento de la información.
Podrán gustar más o menos Avatar y The Way of Water pero es innegable que detrás de las primeras dos partes de la saga de ciencia ficción de James Cameron existe un enorme desarrollo tecnológico que marcó y sigue marcando un precedente en el medio cinematográfico.
Puedes escuchar más sobre Avatar: The Way of Water en el podcast Horizonte de Sucesos o leer más al respecto aquí.
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