¿Estás por iniciar un tratamiento psiquiátrico? Te decimos cuáles son los efectos secundarios más comunes al tomar antidepresivos.
Toda persona que toma o ha tomado antidepresivos tiene una preocupación en mente: ¿cuáles son los efectos secundarios de los antidepresivos en mi cuerpo? Al respecto, hay más mitos que información correcta circulando en internet.
Tomar antidepresivos tiene más beneficios que efectos adversos. Son un tratamiento muy eficaz para combatir no sólo la depresión, sino también otros trastornos como la ansiedad, insomnio, estrés, déficit de atención, problemas de concentración y cansancio crónico, entre muchos otros.
Sin embargo, a la hora de tomarlos nos ganan las dudas y los miedos respecto a cuáles son los efectos secundarios en nuestro cuerpo al tomar antidepresivos. Esto, debido a que hay muchos tabués alrededor de estos tratamientos psiquiátricos.
Para empezar, todo tratamiento de antidepresivos debe estar prescrito por un médico, idealmente un psiquiatra (aunque en ocasiones otros médicos de otras especialidades pueden prescribirlo). Se trata de medicamentos que operan directamente en el sistema nervioso, por lo que no podemos tomarlos a la ligera.
Al ser medicamentos tan fuertes, debemos considerar la dosis adecuada, momento del día para consumirlo y por cuánto tiempo es recomendable. Si se presenta algún efecto secundario, se puede ajustar todo lo anterior o incluso el médico recomendará suspender su ingesta y cambiarlo por otro antidepresivo.
¿Cuáles son los efectos secundarios de los antidepresivos en el cuerpo?
Como todo medicamento, desde una aspirina hasta un antidepresivo, siempre estará presente la posibilidad de tener efectos secundarios. Los medicamentos siempre deben estar supervisados por un médico para recomendarnos qué hacer en caso de que se presente una reacción no deseada.
Pero vamos a enlistar las preocupaciones más comunes de las personas respecto a los efectos secundarios de los antidepresivos en nuestro cuerpo y en nuestro organismo.
1. Los antidepresivos te hacen subir de peso
Uno de los efectos secundarios de los antidepresivos que más le preocupa a los pacientes es el hecho de que los hagan ganar más peso. En algunos casos, también llega a preocupar la posibilidad de que estos te inhiban el apetito y, en consecuencia, pierdas peso.
Ambas posibilidades son reales, pero no siempre: depende del tipo de antidepresivo que tomes y de la respuesta de cada organismo. Los medicamentos de última generación ya no son como los de hace 70 años y suelen tener muchas mejoras para evitarnos estos efectos adversos.
2. Problemas de libido y disfunción eréctil
Es cierto, no vamos a mentir: es muy común que los antidepresivos tengan un efecto adverso en nuestra capacidad sexual. Y es de esperarse: generalmente, nuestra sexualidad está muy vinculada con los problemas que estamos tratando, como la ansiedad, el estrés y la depresión.
En muchos casos, en lugar de un efecto adverso presentamos una mejora considerable en nuestro deseo sexual, ya que al tratar estos problemas mejora mucho nuestra libido.
De cualquier forma, es importante informarle esto a nuestro médico en caso de que se presente. Se puede ajustar la dosis, cambiar de tratamiento o de complementarlo con otro para que continuemos con una vida sexual plena.
3. Cansancio y/o somnolencia (un efecto secundario de los antidepresivos)
Otro de los efectos secundarios de los antidepresivos en nuestro cuerpo es que se presente cansancio, somnolencia o bien, lo contrario: insomnio.
Nuevamente, debemos entender que esto ocurre en un porcentaje reducido de los pacientes y casi siempre se soluciona cambiando de medicamento, ajustando la dosis o tomándolos en la noche en lugar de durante el día.
4. Náuseas y otros problemas gastrointestinales
Como cualquier otro medicamento, los antidepresivos se absorben en la mucosa del estómago. Cualquier medicamento puede llegar a irritarnos, por lo que es importante ingerir alimentos antes de tomar cualquier pastilla. O bien, acompañar nuestro tratamiento con un protector como omeprazol o pantoprazol.
5. Los antidepresivos pueden causar efectos secundarios opuestos
Tal como ya mencionamos antes, cualquier medicamento (incluidos los antidepresivos) pueden causarnos el efecto contrario a lo que esperamos. Es decir, en lugar de quitarnos el dolor de cabeza, algunos analgésicos pueden darnos más dolor en lugar de quitárnoslo.
Pero, ¿cuántas veces te ha pasado esto? Seguramente muy pocas veces o nunca. Y esto es exactamente igual con los antidepresivos. Es cierto que, en algunos casos, uno de los efectos secundarios de los antidepresivos es que provocan más depresión o ansiedad, incluso cuadros de psicosis. Pero es un porcentaje muy bajo y casi siempre ocurre cuando el paciente tiene otros trastornos previos.
No estamos minimizando el poder que tienen los antidepresivos en nuestro sistema nervioso. Al contrario. Por eso, debes siempre tomarlos con el seguimiento personalizado de un médico, idealmente un psiquiatra.
¿Qué alternativas hay a los antidepresivos sin efectos secundarios?
Hoy en día, los antidepresivos son medicamentos bastante seguros y mucho más comunes de lo que imaginas. Ya no son esas píldoras de colores extraños que recetan únicamente en los psiquiátricos. Posiblemente, la gente con la que convives a diario las toma.
En caso de que un médico te las haya recetado, seguramente es porque te diagnosticó algún problema que es muy fácil de resolver tomando este tratamiento. No significa que estás loca o loco, sino que, como todas las personas, necesitas un empujón para continuar con tu día a día.
Pero en caso de que creas que los antidepresivos no son lo tuyo, o si prefieres buscar una alternativa a los antidepresivos, ya existen otros tratamientos que pueden ayudarte.
Hay un tratamiento bastante efectivo para tratar la depresión, que es la estimulación craneal. Consiste en sesiones semanales en las que, por medio de un casco, se emiten ondas que estimulan nuestro cerebro para ayudar a la correcta conexión neuronal. La desventaja es que no es tan común de encontrar y su precio suele ser muy elevado todavía.
También, en algunos países como Reino Unido ya se han aprobado tratamientos a base de microdosis de psilocibina, el agente psicotrópico de los llamados hongos alucinógenos. No te asustes: no significa que vas a alucinar. Son dosis tan, pero tan pequeñas que es imposible que causen este efecto.
Se han hecho ensayos con microdosis de LSD (otra droga alucinógena) y parece ser que también puede ayudar a combatir la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales. Pero se requieren más ensayos y sustento científico antes de aprobar estos tratamientos.
Y claro, también puedes echar mano de los antidepresivos naturales. Si bien no tienen el efecto de un fármaco, en algunos casos sí pueden ayudar a tener una mente más saludable.
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