El hecho de estar de vacaciones no significa que te vas a ir como gorda en tobogán a la hora de la comida. Por tu propio bien no cuídate y no te excedas.
Hace unas semanas llegó el verano y aunque sí es sinónimo de playa, sol, vacaciones… ¡comedera!, no hay por qué ser indisciplinados en nuestra alimentación diaria.
Esto no significa que no podemos darnos nuestros gustitos de vez en cuando. Solo hay que hacerlo con moderación y tomando en cuenta que la naturaleza es tan sabia, que pone a nuestra disposición frutas y verduras de temporada, que vale la pena añadir a nuestra dieta.
También debemos poner especial atención a ciertos alimentos que sería bueno evitar, para no sentirnos hinchados, pesados o cansados.
Durante el verano es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado o comer más a menudo en exceso. Estos cambios en la rutina diaria favorecen una alimentación descuidada y nada sana.
Además, en verano nuestro organismo consume menos calorías. La alimentación, entonces, debe cambiar y adaptarse al ambiente caluroso. Sin embargo, comer en verano no debe suponer perder las buenas costumbres y los hábitos sanos, sino que hay que adquirir una rutina que favorezca una dieta nutritiva, equilibrada y completa.
Debido al calor tenemos mayores posibilidades de deshidratarnos. Por ello es recomendable beber una mayor cantidad de agua y priorizar el consumo de alimentos frescos, en particular verduras y frutas, como sandía, melón, duraznos o fresas.
En cuanto a cereales, lácteos, carnes y aceites, ¡tranquilo! No tienes porqué eliminar nada. Simplemente reduce su ingesta semanal.
Para una alimentación sana, hay que evitar…
Es recomendable evitar las grasas y los alimentos fritos. Y en lo posible, elegir quesos y carne muy magra, combinada con todo tipo de vegetales frescos.
Para lograrlo es aconsejable planificar un menú semanal, y con base en ello realizar tus compras. Una dieta variada es lo mejor para nuestro organismo.
Ok, estás de vacaciones y es difícil resistirse al buffet del hotel. No te excedas y procura incluir tres distintas frutas por la mañana y en la tarde 5 tipos de vegetales.
Si estás mucho tiempo bajo el sol o harás recorridos largos durante el día, es indispensable que aumentes la cantidad de agua y que incluyas arroz, pasta y verduras en tu comida fuerte. Esto con la finalidad de no deshidratarte o sentirte demasiado cansado al final de tu jornada.
Ahora sí, con una alimentación sana estarás listo para disfrutar el verano sin remordimientos.
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