La psicóloga de la alimentación Renata Herrera explica la importancia de agradecer en nuestro día a día para lograr el equilibrio.
Los átomos de nuestras células vibran en ciertas frecuencias y cuando tus emociones son positivas vibran en una frecuencia más alta. Diversos estudios han demostrado que la frecuencia vibratoria del agradecimiento es la que más beneficia al cuerpo y a la mente; agradecer fortalece el sistema inmunológico.
Al agradecer elevamos nuestra frecuencia vibratoria.
Se ha demostrado que los adolescentes agradecidos son más felices, a cualquier edad agradecer te genera bienestar y mejora tus relaciones con otras personas.
Cuando nos enfocamos en lo que tenemos y dejamos de ver lo que no tenemos, llenamos el cerebro de dopamina.
Imagina una mañana cualquiera; te despiertas más tarde de lo habitual, te bañas y vistes a toda velocidad, desayunas con prisas por lo que te manchas la camisa con café. Con muy poco tiempo te cambias y ya de camino a tu trabajo se te cae ese botón que nunca arreglaste. Mañanas así te pueden arruinar el día, pues te llenas de pensamientos negativos, auto reproches y ni hablar del mal humor.
Pero, ¿qué pasa si en lugar de pensar negativamente respiras hondo, sonríes y agradeces el tener un día más de vida, el tener una cama donde dormir, comida, café y ropa que ponerte?
Practicar el agradecimiento tiene efectos profundos en tu bienestar físico y emocional.
Un estudio de Harvard determinó que la gratitud está fuertemente asociada, de forma consistente, con mayor felicidad. La gratitud hace que las personas sientan más emociones positivas, tengan buenas experiencias, mejoren su salud, enfrenten mejor la adversidad y formen relaciones más fuertes. La gratitud te ayuda a conectarte a nivel más profundo con otras personas y a amarte más.
Formas de cultivar el agradecimiento:
1. Lleva un diario de agradecimiento
En una investigación experimental comparativa, los que llevaban diario de agradecimiento semanal reportaron que se sentían mejor físicamente, mejor con su vida en general y estaban más optimistas ante la semana que estaba por empezar, comparados con los que escribieron sus molestias o los que escribieron eventos neutros de su vida.
2. Practica la meditación con conciencia plena
Una de las formas más prácticas para meditar con conciencia plena es enfocándote en tus cinco sentidos. Puede ser en un estado meditativo o en cualquier momento del día con los ojos abiertos. Escucha, observa, huele, paladea y siente. Hazlo por 10 minutos y después, cuando te sientes totalmente presente en el aquí y ahora, agradécele a la gente que te hizo sonreír ayer, a tus padres, amigos, e incluso al jefe que te exige y que te ayuda a ser más productivo cada día.
3. Agradécele a tu gente
Manda una nota, un mail o llama por teléfono a la gente que quieres y diles lo agradecido que estas por tenerlos en tu vida.
Quienes están enfocados en agradecer tienen la capacidad de ser más empáticos y de ver las cosas desde el punto de vista de los demás.
4. Agradece por tus alimentos
Prepara tu cuerpo cada vez que vas a comer agradeciendo por tu comida. Al hacerlo activas toda la química benéfica en tu cuerpo y te nutres eficientemente.
5. Ayuda como voluntario
Ayudar en tu comunidad es una forma de agradecer por lo que eres y tienes. Una reciente investigación demostró que el trabajo voluntario mejora la salud y el bienestar general además de darle un propósito más a la vida. En voluntarios de la tercera edad se vio, que ayudar a la comunidad les extiende la vida y los hace menos propensos a depresiones.
Sobre la autora:
Renata Herrera profesional en Psicología de la Alimentación y en Nutrición Integral; especializada en Control de Peso y en Salud Hormonal. Síguela en su Instagram: @bienestarinfinito