Todo se ha dicho sobre la variante Delta, pero estudios recientes han confirmado que las vacunas pueden salvarnos la vida de cualquier cepa existente.
A más de un año del inicio de la pandemia por Covid-19, estamos entrando a eso que llaman “la nueva normalidad” mientras avanza (afortunadamente) la reactivación de la economía alrededor del mundo.
Si bien ya se inició el proceso de vacunación en una buena parte del mundo, la post pandemia parece hacerse más lejana.
Alrededor del mundo han surgido diversas variantes del virus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya existen cuatro variantes preocupantes (Alpha, Beta, Gama y Delta) y seis de interés (Épsilon, Zeta, Eta, Theta, Lota, Kappa).
¿Qué es la variante Delta?
Una de las variantes de Covid-19 de la que más se ha hablado en las últimas semanas es la variante Delta, debido al aumento de contagios que ésta ha puesto en “jaque” los planes de vacunación en el mundo. Sobre todo porque nació la controversia de que si las vacunas serían eficaces contra la nueva variante.
Se identificó por primera vez en febrero de 2021 en la India. Hasta el momento se ha detectado en 74 países, entre los que se encuentran China, Reino Unido, Estados Unidos, Escandinavia y México.
Pero aquí viene la parte interesante. Los expertos en salud han aclarado que las vacunas aprobadas contra el Covid-19 son 100% efectivas para esta variante. Es decir, la variante Delta sí es agresiva por su alto grado de contagio, pero no por su letalidad en el organismo.
Dentro de los síntomas de la variante Delta se encuentran: dolor de cabeza, dolor de garganta, secreción nasal, tos continua, fiebre. Pérdida o cambio del gusto y olfato.
Esta variante es 60% más contagiosa que la cepa original de Covid-19.
En el Reino Unido, la Delta ya se considera la variante dominante, pues representa el 90% de los casos de Covid-19 en el país.
Más contagiosa, pero menos letal
Lo más preocupante es su rápida propagación, sin embargo, de acuerdo con nuevas estadísticas publicadas en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, la solución es estar protegidos con las vacunas, pues han comprobado que sí son efectivas contra la variante Delta.
De todas maneras, no podemos bajar la guardia y aunque ya estemos vacunados se recomienda mantener la distancia social y evitar las aglomeraciones. La variante Delta ha burlado los controles fronterizos y los síntomas que pueden presentar más tarde.
Todo esto demuestra la importancia de mantener los hábitos de bioseguridad y evitar a toda costa las reuniones en espacios cerrados. Y desde luego, usar cubre bocas.
Los contagios siguen aumentando a pesar de las vacunaciones y la responsabilidad individual parece ser la clave para no entrar en cuarentena estricta de nuevo. ¡Cuídate y cuidémonos todos!
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