Los poke bowls arrasan por su frescura, personalización, impacto visual y sabor saludable. Descubre por qué son tendencia global y qué lugares en CDMX debes visitar para probar los mejores.
Los poke bowls combinan ingredientes frescos, sabores balanceados y opciones personalizables. Ofrecen una comida rápida, saludable y visualmente atractiva. No sorprende que el mercado global de poke crezca rápidamente: desde $6,2 mil millones en 2024 hasta casi $29 mil millones para 2033, con una tasa de crecimiento anual proyectada de 18.5 %.
En México, la popularidad de los poke refleja un cambio cultural: los comensales priorizan cada vez más lo saludable, fresco y personalizable. Y lo mejor es que esta tendencia también se conecta con el bienestar mental, pues al elegir ingredientes y colores, los consumidores experimentan un momento de disfrute consciente.
Crecen en popularidad (literalmente)
La expansión del poke como alimento “grab-and-go” refleja el estilo de vida actual. Según investigaciones, 45 % de las ventas de poke provienen de entregas a domicilio y formatos convenientes, gracias a plataformas como Uber Eats y Rappi. Además, la demanda de opciones veganas crece al 40 %.
¿Dónde comer el mejor poke en CDMX?
Estos son algunos de los lugares más recomendados, con una estética impecable y una experiencia que vale la visita:
- Walú Poke Bowls – Alta Granada. Personaliza tu bowl desde la base hasta salsas y toppings.
- Pokou Poké Place – Lomas de Chapultepec. Toppings como ajo crujiente y proteína fresca.
- Maikai Poke – Condesa. Ideal para compartir con amigas, opción de nueces de la india y mucha frescura.
- Ono Poke House – Condesa y San Ángel. Bocadillos saludables y generosos en tamaño.
- Just Poke – Lomas de Chapultepec. Ofrece poke y sushi para una comida japonesa completa.
Un estilo de vida saludable
En conclusión, los poke bowls no solo aportan proteínas de calidad, grasas saludables y carbohidratos equilibrados, sino que también responden a la creciente demanda de comida rápida pero saludable.
Probar un poke bowl no es solo seguir una tendencia gastronómica; es apostar por un estilo de vida que equilibra salud, placer y sostenibilidad.
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