¿Buscas un trago refrescante y poco alcohólico? Te contamos sobre el spritz, surgido en el imperio austrohúngaro y que hoy tiene versiones sui generis.
El spritz es una bebida que se remonta al siglo XIX, en el norte de Italia, cuando este país pertenecía al Imperio Austrohúngaro. Por entonces, los austríacos afincados en la zona extrañaban la cerveza, y con el fin de crear un sucedáneo con burbujas, idearon una fórmula para aligerar el vino de la región, que es muy seco. ¿La receta? 50% de vino y 50% de agua mineral. Así nació el spritz, del alemán “spritzer”, rociar o salpicar. El trago más conocido de esta familia es el Aperol Spritz, pero “versiones hay miles, con vermouth al estilo italiano como Campari o Cynar. Con cerveza y hasta con toques botánicos de hierbas y especias”, cuenta Alejandro Medina, bartender de Spruzzante, un bar ubicado en la Condesa.
Spritz en México
Allí, entre plantas y la generosa arboleda de la calle Pachuca, todas las noches hasta las 9 pm -viernes y sábados hasta las once-, y con una fuerte concurrencia de habitués extranjeros, el trago que manda es el spritz. Las pócimas, diseñadas por Alejandro, llevan ingredientes fuera de lo común en un coctel de estas características. Como solución salina, reducción de vino, cerveza clara, bíter frutado u hoja de aguacate. Y Yolixpa, una bebida prehispánica surgida de la mezcla entre la tradición herbolaria y el destilado de la caña de azúcar.
Ingeniero agrónomo, Alejandro empezó a trabajar como bartender -la palabra “mixólogo” no me convence, dice- a la par de la universidad, “porque era un empleo de medio tiempo y me servía para tener un ingreso”. En 2014, trabajó en la sierra de Guerrero en una mezcalera, lo que luego lo catapultó a bares especializados en coctelería fina como Artemisia y Departamento, en la CDMX, y Sabina Sabe, en Oaxaca. En plena pandemia, en la ciudad alemana de Leipzig, dirigió el área de bebidas en un restaurante mexicano. Y así fue cómo a su regreso a México recaló en Spruzzante, una barra especializada en spritz -“en realidad, la única de México dedicada a este trago”, aclara-.
Y ¿qué hay de los vinos mexicanos?
“El spritz es una bebida fácil de maridar, por su efervescencia y porque al ser ligera no apaga ningún sabor”, explica Alejandro. Y agrega que casa especialmente bien “con pescados”. Frente al auge que tienen hoy los vinos mexicanos, recomienda no usarlos para spritz, al menos no los tintos. “Por su naturaleza, por el lugar en el que crece la uva -regiones áridas como Baja California- se obtienen vinos minerales. Pero se puede hacer un buen spritz con un vino rosado o un vino blanco nacional”.
Lo interesante del spritz es que sus burbujas lo convierten en un trago ligero y, si lo preparas con agua carbonatada, muy poco alcohólico. Ideal para las noches calurosas, para disfrutar con amigos o solo, olvidando al menos por un rato las preocupaciones del día y de estos tiempos extraños que estamos viviendo.
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