Señales de deshidratación que no debes ignorar (y cómo combatirla antes de que afecte tu salud)

Lectura 4 mins.
Señales de deshidratación que no debes ignorar (y cómo combatirla antes de que afecte tu salud)
deshidratación

Aprende a identificar las señales de deshidratación que tu cuerpo envía y cómo evitar que esto afecte tu salud.

La mayoría de las personas cree que deshidratarse significa tener mucha sed, pero la ciencia dice lo contrario. Para cuando el cuerpo pide agua, ya existe un déficit hídrico importante.

La deshidratación leve o moderada puede afectar tu concentración, tu humor, tu memoria a corto plazo, tu temperatura corporal e incluso tu corazón. Y lo peor: suele aparecer de forma silenciosa, especialmente en días de calor, ejercicio intenso, estrés o consumo de café y alcohol. Aquí te contamos las señales que debes vigilar.

Señales claras de deshidratación

Boca seca y saliva espesa
Es de las primeras señales: tu cuerpo intenta ahorrar agua reduciendo la producción de saliva.

Dolor de cabeza o sensación de cabeza “pesada”
La falta de líquido afecta la irrigación sanguínea del cerebro; por eso la deshidratación es una causa frecuente de dolores de cabeza según la Fundación Americana de Migraña.

Cansancio sin explicación
El NHS del Reino Unido señala que incluso la deshidratación leve puede disminuir tu energía y hacerte sentir lentitud mental.

Piel y labios secos
La piel pierde elasticidad cuando no tiene agua suficiente. Un “pinch test” lento (cuando jalas suavemente la piel y tarda en regresar) es una señal de alerta.

Orina oscura o poca frecuencia al ir al baño
La orina debe ser amarillo pálido. Si es ámbar u oscura, es una señal directa de deshidratación.

Mareos o falta de concentración
Cuando baja el volumen de sangre, baja también la presión y puede causar mareos, confusión y dificultad para concentrarte.

Calambres musculares
Ocurre cuando los electrolitos se desequilibran: sodio, potasio y magnesio son esenciales para que los músculos funcionen.

Cómo combatir la deshidratación de forma realista

1. No esperes a tener sed
La sed es tardía. Toma agua a lo largo del día: un vaso al despertar, otro a media mañana y otro a media tarde ya hacen una diferencia.

2. Aumenta tu consumo en días de calor, ejercicio o estrés
La Mayo Clinic recomienda incrementar entre 300 y 700 ml adicionales según la actividad física o la temperatura.

3. Agrega electrolitos cuando sea necesario
No necesitas bebidas deportivas cargadas de azúcar; una pizca de sal y unas gotas de limón en un vaso de agua pueden ayudar a equilibrar electrolitos.

4. Incluye alimentos hidratantes
Pepino, sandía, naranja, fresa, apio y caldos son excelentes fuentes de agua y minerales.

5. Reduce cafeína y alcohol en exceso
Ambos aumentan la pérdida de líquidos. Intenta beber un vaso de agua por cada café o bebida alcohólica para equilibrar.

6. Usa recordatorios
Apps, alarmas o botellas con marcas de horas pueden ayudarte si eres de quienes “olvida” tomar agua.

Señales de alarma para buscar ayuda médica

La deshidratación severa puede ser peligrosa. Busca atención inmediata si hay:

  • Mareos intensos
  • Confusión
  • Latidos acelerados
  • Orina muy oscura o nula por más de 8 horas
  • Fiebre alta
  • Vómito o diarrea persistente

Escucha las señales de tu cuerpo

La hidratación no es solo tomar agua: es darle al cuerpo lo que necesita para funcionar bien. Escuchar las señales, actuar a tiempo y mantener un equilibrio constante puede mejorar tu energía, tu piel, tu sistema inmune y hasta tu claridad mental.
En un mundo acelerado, hidratarte es un acto sencillo… pero poderoso.

También podría interesarte: Cómo hacer tu propia bebida hidratante