Será su capacidad de defenderse de los depredadores o que son de sangre fría… está comprobado que los reptiles y anfibios viven más de la cuenta.
“Suena sorprendente decir que no envejecen en absoluto, pero básicamente su probabilidad de morir no cambia con la edad una vez que han dejado de reproducirse”. Esta fue la conclusión que arrojó el estudio realizado por los investigadores de las universidades de Penn State y Northeastern Illinois.
El equipo de científicos aseguró que ahora saben por qué los reptiles y anfibios no envejecen. En 77 especies diferentes de todo el mundo, encontraron algunas con vidas extremadamente longevas, incluso que han durado más de un siglo.
¡Algunas de las criaturas que viven en la Tierra simplemente no están envejeciendo!
Especies de sangre fría envejecen muy lento
Los investigadores dicen que uno de los mejores ejemplos es Jonathan, la tortuga gigante de Seychelles. El espécimen en cuestión se convirtió recientemente en el “animal terrestre vivo más antiguo del mundo” después de cumplir 190 años.
Estudios previos sobre ectotermos o animales de “sangre fría”, se han centrado en aquellos que viven en ambientes monitoreados de cerca, como un zoológico.
Esos hallazgos revelan que las tortugas, los cocodrilos y las salamandras envejecen demasiado lento. Y tienen una esperanza de vida excepcionalmente larga para criaturas de su tamaño. Además, las características protectoras naturales, como el caparazón de una tortuga, en realidad contribuyen a que el envejecimiento biológico se detenga casi por completo.
“Existe evidencia anecdótica de que algunos reptiles y anfibios envejecen lentamente y tienen una esperanza de vida prolongada. Pero hasta ahora nadie ha estudiado esto a gran escala en numerosas especies en la naturaleza”, dice el autor principal del estudio David Miller.
Y agregó: “Si podemos entender qué permite que algunos animales envejezcan más lentamente, podemos comprender mejor el envejecimiento en los humanos. Y también podremos informar estrategias de conservación para reptiles y anfibios, muchos de los cuales están amenazados o en peligro de extinción”.
¿El metabolismo tiene conexión con el envejecimiento?
El equipo investigó la evolución de estos animales utilizando datos de ‘marcado y recuperación’. Este proceso captura, etiqueta y luego libera a los animales de vuelta a la naturaleza. Su objetivo era comparar las variaciones en el envejecimiento y la longevidad de los ectotermos con los de los endotermos, animales de sangre caliente como los humanos.
Miller explica que una hipótesis que los investigadores querían examinar era la “del modo termorregulador”. Esta teoría sugiere que dado que los animales de sangre fría utilizan temperaturas externas para regular su temperatura corporal, tienen metabolismos más bajos. Y, por lo tanto, envejecen más lentamente. Mientras tanto, dado que las criaturas de sangre caliente generan su propio calor, tienen metabolismos más altos y envejecen más rápido.
La naturaleza es sabia
Otra teoría que puede explicar la increíble longevidad de estos animales es la “hipótesis de los fenotipos protectores”. En ella se sugiere que los animales con rasgos físicos o químicos particulares que les brinda la naturaleza viven mucho más que sus pares más vulnerables. Estos rasgos incluyen piel blindada, espinas, caparazones e, incluso, veneno.
“Podría ser que su morfología alterada con caparazones duros brinde protección y haya contribuido a la evolución de sus historias de vida, incluido un envejecimiento insignificante. O la falta de envejecimiento demográfico y una longevidad excepcional”, explica Anne Bronikowski, coautora principal y profesora de biología integrativa en el estado de Michigan.
Estos diversos mecanismos de protección pueden reducir las tasas de mortalidad de los reptiles y anfibios porque otros animales no se los comen. ¿Te das cuenta? ¿Quién se lo hubiera imaginado?
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