Si no logramos cambiar nuestras formas de consumo, las consecuencias podrían ser catastróficas y no lo decimos nosotros, hay un termómetro muy claro llamado “reloj climático”.
El cambio climático es una realidad y aunque no lo creas ¡está empeorando! Muchos de nosotros podríamos estar concientizándonos de estos cambios en tiempo real, pero algunos otros no parecen comprender la gravedad de la situación. Para eso existe el “reloj climático”, como el que se ubica precisamente en la ciudad de Nueva York, situado en Union Square, de Manhattan.
Según The Washington Post, el reloj es una creación de los artistas Gan Golan y Andrew Boyd. La pantalla desalentadora del reloj climático es un recordatorio siempre presente y preocupante de que, gracias a nuestro propio mal manejo de los combustibles fósiles, la humanidad tiene el tiempo contado.
Reloj climático advierte los daños ambientales que estamos viviendo
El reloj climático también rastrea nuestra “línea de vida” renovable a través de una segunda pantalla verde. Este número representa el porcentaje de energía disponible suministrada por fuentes de energía renovable como la solar, la hidroeléctrica y la eólica.
Cuando el reloj se instaló por primera vez en septiembre de 2015, advirtió que la humanidad tenía 7 años, 101 días, 17 horas, 29 minutos y 22 segundos hasta que las tasas de emisión de la época causaran daños catastróficos. El sitio web oficial de Climate Clock indica cuánto tiempo tenemos hasta que alcancemos el umbral de 1,5 grados. Si contamos a partir de abril de 2021, nos quedan aproximadamente 6 años, 261 días y 15 horas. A ese ritmo, enfrentaremos las consecuencias climáticas mucho antes de la fecha especificada en la redacción original del Acuerdo de París.
¿Podemos limitar el calentamiento global a 1.5ºC?
Según la NASA, tenemos hasta aproximadamente 2030 para lograr reducciones importantes en las emisiones globales de carbono. La idea es que si el planeta se calienta solo 1,5 grados Fahrenheit, el daño catastrófico podría causar una gran agitación y sufrimiento.
Las inundaciones, los incendios forestales, las tormentas tropicales, las sequías y las olas de calor mortales podrían provocar el desplazamiento o la muerte de ciudades enteras o incluso de naciones. El hambre, la muerte y la destrucción son solo la punta del iceberg que se derrite, porque incluso aquellos que sobrevivan tendrán que cambiar su forma de vida por completo.
¿Estás dispuesto a hacer algo por salvar nuestro planeta?
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