El pingüino amarillo se comportaba como si nada con su comunidad de más de 120 mil pingüinos rey. Y eso fascinó aún más al fotógrafo que lo encontró.
El fotógrafo belga de paisajes y vida silvestre Yves Adams se topó, como el dice, con la “lotería de la naturaleza”. Esto al encontrarse, durante una parada improvisada, a un pingüino amarillo.
Adams se encontraba en el Atlántico sur en diciembre de 2019, para una exposición fotográfica. Decidió, junto con su equipo, viajar a una isla de Georgia del Sur para retratar a una colonia de más de 120 mil pingüinos rey.
Entre las divertidas aves, se topó con una muy especial: este fantástico pingüino amarillo. “Nunca había visto ni oído hablar de un pingüino amarillo antes”, dijo el fotógrafo a Kennedy News.
El pingüino amarillo se dejó retratar como si hubiera nacido para las cámaras. Y esto, obvio, hizo feliz a Adams y a su equipo. “Tuvimos tanta suerte de que el pájaro aterrizara justo donde estábamos”, expresó el fotógrafo.
“Nuestra vista no fue bloqueada por un mar de animales enormes. Normalmente es casi imposible moverse en esta playa por todos ellos… Si hubiera estado a 50 metros de distancia, no hubiéramos podido obtener este espectáculo único en la vida”.
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¿Por qué este hermoso pingüino es amarillo?
El particular color del pingüino se debe a una condición llamada leucismo, que ocasiona una pérdida de pigmentación en las plumas.
“Sus células ya no crean melanina, por lo que sus plumas negras se vuelven de este color amarillo y cremoso”, explica Adams.
El plumaje de los pingüinos es distinto al del resto de las aves, debido a que sus pigmentos contienen moléculas diferentes. “Los pingüinos usan el pigmento amarillo para atraer a sus parejas y sospechamos que la molécula amarilla se sintetiza de forma interna”, detalló el investigador Daniel Thomas a Smithsonian Insider.
Así que puede ser que este pingüino amarillo tenga más sex appeal que el resto de los machos de su comunidad. Sin embargo, Adams no se aferró en comprobarlo; solo se dedicó a contemplar esta especie, maravilla de la naturaleza, y prueba de que siempre hay alguien que rompe el molde en su comunidad.
Este pingüino nos recordó a la tortuga amarilla encontrada el año pasado en India.