Mario Molina, Premio Nobel de Química mexicano, deja un gran legado y ejemplo para quienes luchamos en contra del cambio climático.
La UNAM informó el día de hoy la muerte de Mario Molina, premio Nobel de Química en 1995.
Nacido en la Ciudad de México en 1943, José Mario Molina-Pasquel y Henríquez fue un ingeniero químico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Luego de titularse en 1965, viajó a Alemania para estudiar un posgrado en la Universidad de Friburgo. Más adelante, en 1972, obtuvo un doctorado en Fisicoquímica en la Universidad de California Berkeley, Estados Unidos.
Mario Molina, de los primeros químicos en advertir sobre el daño de la capa de ozono
Mario Molina, querido por muchos (y defensor en el último año del uso del cubrebocas), fue un pionero y uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica. De acuerdo con la página Centro Mario Molina, fue coautor, junto con F.S. Rowland en 1974, del artículo original prediciendo el adelgazamiento de la capa de ozono. Esto como consecuencia de la emisión de los clorofluorocarburos (CFC). La investigación les valió el Premio Nobel de Química.
Además, sus investigaciones sobre el tema condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas. Se trató del primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico.
Molina identificó las propiedades químicas de compuestos que juegan un papel esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera.
Un científico que trabajó de la mano de Barack Obama para luchar contra el cambio climático
Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de Estados Unidos. Y durante ocho años fue uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Barack Obama (PCAST). Previamente trabajó en el mismo Consejo del Presidente Bill Clinton.
Actualmente, Mario Molina era investigador en la Universidad de California, en San Diego. Ahí formaba parte del Departamento de Química y Bioquímica y del Instituto de Oceanografía SCRIPPS, una de las instituciones líderes en la investigación de los fenómenos asociados al Cambio Climático.
Sin duda, su muerte a los 77 años de edad es una gran pérdida para todos los que luchamos por un mundo libre de daños ambientales, al haber enfocado su carrera entera a solucionar la contaminación no solo en el Valle de México, sino en todo el mundo.
“Los científicos pueden plantear los problemas que afectan al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad”.
—Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995
Descanse en paz Mario Molina.