El impacto del cambio climático afecta a más mujeres que a hombres, por eso es importante incluirlas más fuertemente como parte de la la Agenda 2030.
Esta semana que celebramos el Día de las Madres, por muchas razones logré reconfirmar la gran contribución que tienen las mujeres como jefas de familias y negocios para hacerlos más sostenibles. Esto fue porque participó como invitado especial el IFC (Corporación Financiera Internacional, miembro del Banco Mundial), en una gran conferencia organizada por la Comisión de Agenda 2030, de CONCAMIN (Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos).
Con la participación de Montserrat Muñoz, experta consultora de género e inclusión económica, donde expuso con el título del taller:
Género y Clima
¿Qué es, por qué debería importarme, y cómo debo actuar?
Para empezar, debemos de partir con las metas que tiene IFC para el 2030:
- Poner fin a la pobreza extrema, del 18% al 3% de la población mundial para 2030.
- Aumentar los ingresos del 40 % más pobre de la población de cada país.
Realidad complicada y muchas oportunidades
Han desarrollado el caso de negocio para la integración de objetivos de equidad de género y de cambio climático. Las mujeres y otros grupos vulnerables:
I. Experimentan los impactos del cambio climático de manera desproporcionada.
II. Tienen menos acceso a las oportunidades relacionadas con la acción climática. Me refiero a su participación en la fuerza laboral de México, porcentaje de CEO’s en México, participación científica. O hasta el porcentaje de participación de líderes nacionales en la COP (Cumbre de Cambio climático de la ONU), que el año pasado asistieron 7 mujeres líderes en comparación con 110 hombres.
El importante papel de la mujer en el cambio climático
Partimos con datos muy impactantes de estudios de la ONU, Fundación Malala y Climate Diplomacy:
- A nivel mundial, las mujeres y las niñas tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres a causa de los desastres naturales debido a las desigualdades de género.
- El cambio climático será un factor que prevé que por lo menos 12.5 millones de niñas terminen su educación cada año.
- Para 2050, el riesgo de hambre y malnutrición podría aumentar 20%. Y las mujeres tendrán mayor probabilidad de sufrir escasez de comida y de malnutrición.
- Las mujeres en América Latina están sobrerrepresentadas en la economía informal. Lo cual las hace más vulnerables a choques económicos a raíz del cambio climático.
Con esto dicho y las áreas de oportunidad que ya mencioné, así como los riesgos, nos presentaron datos muy contundentes de parte del IFC con diferentes fuentes internacionales que nos deja muy claro, que:
Las mujeres son agentes de cambio poderosas para la acción climática.
Pueden contribuir a la mitigación y a la adaptación.
Mujeres en el sector privado
En las empresas privadas muestran un mejor desempeño ambiental cuando tienen mejor balance de género en su liderazgo y nos mostraron los siguientes datos:
I. Se desempeñaron significativamente mejor en 8 de 9 indicadores de acción climática.
II. Son 2 veces más propensas a desarrollar estrategias de descarbonización.
III. Son 25% más propensas a contar con metas de reducción de GEI (Gases efecto invernadero) en el mediano y largo plazo.
Las empresas con mejor balance de género en sus Juntas Directivas entre 2013 y 2018, mostraron los siguientes resultados:
I. 60% más propensas a reducir su consumo de energía.
II. 39% más propensas a reducir sus emisiones de GEI.
III. 46% más propensas a reducir su uso de agua.
Proyectos climáticos representados por mujeres
Si tenemos en mente que atender el cambio climático podría abrir $23 billones de dólares en oportunidades de inversión en mercados emergentes para 2030, como bien lo mencionó el IFC:
“Integrar más mujeres en la acción climática es una oportunidad de negocio”
Nos presentaron buenas prácticas y casos de negocio exitosos con sus evidencias, donde se pueden integrar objetivos de género y clima, como es “Lekela Power”. Aquí trabajan con proyectos de energía renovable en África, donde actualmente las mujeres están subrepresentadas en el sector. Sólo 13% de los empleos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) están ocupados por mujeres. La gran oportunidad que tienen de transición de energías limpias es integrar más a las mujeres. Y justo Lekela Power para asegurar tener métricas para generar lugares de trabajos diversos implementó:
- Diagnóstico de brechas de género e identificación de retos
- Programa de capacitación técnica para contratar mujeres
- Políticas de reclutamiento a mujeres recién graduadas de carreras STEM
- Grupo de trabajo de género
- Políticas de trabajo flexible
- Inversión en las comunidades en donde Lekela opera
¿Y qué pasa en México?
México tiene en muchos sentidos un gran momento para capturar las oportunidades que vienen para el proceso de transición energética y me dejó con algunas reflexiones para compartir:
Las mujeres tienden a estar subrepresentadas en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático, a pesar de que son más vulnerables a sus impactos. Por lo cual:
Será clave impulsar más apoyos en acceso a tierras, créditos, microfinanzas y emprendimiento, capacitación en habilidades técnicas e innovación tecnológica inclusiva.
Será fundamental el liderazgo femenino en la acción climática para emprender muchas más:
¡¡¡Acciones sostenibles!!!
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es Director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.
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