Estocolmo+50 es una cumbre internacional que busca acelerar la implementación de la Agenda 2030 y lograr una recuperación sostenible tras la pandemia de Covid-19.
Está clarísimo que con los resultados emitidos, miles de estudios, publicaciones y la comunidad científica, estamos ante una triple emergencia provocada por la humanidad. En la que experimentamos el calentamiento global a ritmos crecientes, siendo imposible que las personas y naturaleza logren adaptarse, ya que pérdidas de hábitat son una de las tantas consecuencias de dichas problemáticas, pues surgen alrededor de 1 millón de especies en peligro de extinción. Así como altos niveles de contaminación provocados en buena medida por el uso de combustibles fósiles.
¿Qué es la Década de Acción?
Es por ello que el 2 y 3 de junio de 2022, son días en los que se celebra una reunión internacional decisiva sobre el medio ambiente. Que siguiendo con el protocolo que cada año se realiza respecto a la rotación del destino que pertenece a la organización de dicho evento. El anfitrión, entonces, ha sido Suecia en su capital y como parte de la Década de Acción, bajo el lema: “Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos, nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, esta reunión de alto nivel responde a seguimientos de cumbres, acuerdos y debates de años con un enfoque multisectorial mundial.
Estocolmo+50 recapitulará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972. Y celebrará 50 años de acciones sostenibles, con foco a lo que siempre he traducido en el reto sostenible, generando valor económico, social y ambiental de manera simultánea.
¿Cuáles son los objetivos de Estocolmo+50?
La cumbre tiene como objetivo servir de acelerador de la implementación del Decenio de Acción de las Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contenida en la Agenda 2030, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el Marco Mundial de la Biodiversidad posterior a 2020. Y fomentar la adopción de planes de recuperación ambientales después de la Conferencia de Estocolmo-19.
La fecha de Estocolmo+50 está anclada por el 5 de junio, pues se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Siendo este el mayor día internacional para dicho tema, que a su vez es dirigido por la ONU. En esta organización ya es la plataforma mundial más grande para la comunicación y creación de conciencia ambiental, celebrado por millones de personas en todo el mundo. Teniendo este año como eslogan: “#UnaSolaTierra”, enfocándose así en “Vivir de manera sostenible en armonía con la naturaleza”.
El origen de Estocolmo+50
Es así como se sabe que tenemos una buena base y ya 5 décadas trabajando en las raíces de Estocolmo+50, que es La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo, Suecia, en 1972. La cual fue realmente la primera conferencia global en subir a primer nivel en agenda el medio ambiente. Donde a raíz de los participantes, acordaron en implementar una serie de principios para la gestión del medio ambiente bajo la Declaración y el Plan de acción de Estocolmo para el medio humano. El cual contenía 26 principios, con 109 recomendaciones, fundando el diálogo inicial de países desarrollados y el nexo entre crecimiento económico y el impacto en el medio ambiente. Donde se dio el gran acuerdo y resultado de la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Para lograr revertir la tendencia que llevamos, NO sostenible, donde se busque y se logre transitar de… dañar a sanar el planeta, realmente implica una acción multisectorial global, que, afortunadamente, con tecnología existente a mayor escala podemos cambiar este patrón. Esta es una de las mejores reflexiones que he recibido de parte de Sebastián Navarro, Secretario General del CC35 que está llevando el mensaje a Estocolmo+50: “después de 26 años de incumplimientos de planes nacionales, la acción subnacional (ciudades) es la única que puede garantizar la descarbonización de la economía trabajando junto al sector privado”.
El planeta seguirá, la humanidad no
No olvidemos los espacios y acciones que nos unen, pues los proyectos a favor del medio ambiente empiezan desde tu casa. Centro de trabajo, comercio, nuestra movilidad o transporte, maneras de vivir, planear y tratar nuestras ciudades, zonas verdes y protección a la biodiversidad. Dónde y por qué invertimos, qué consumimos, todo ello que mencioné lo tenemos bajo nuestro control, por lo tanto, nuestra huella ambiental depende de nosotros.
Hay que reflexionar sobre los 50 años que pasaron para entender, así como para distinguir entre lo urgente y lo necesario. Donde claro que habrá algunos sacrificios en la transición energética, así como muchos retos más, pero los beneficios sobrepasarán todo ellos. Pues debemos ver esto como una carrera de tiempo que se acaba y está el medio ambiente de por medio. Y si no redoblamos el esfuerzo los siguientes 10 años, donde logremos reducir la cantidad de emisiones en un 50%, será ya un terreno muy complicado en poder controlar, incluso si logramos mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 °C este siglo, finalmente EL PLANETA AQUÍ SEGUIRÁ, PERO LA HUMANIDAD NO.
Recordemos estos días, si queremos dejar un mejor planeta para futuras generaciones, las acciones de hoy, 1 año, 50 años, si cambian el resultado final, no sigamos en el modo mental: “qué puedo hacer yo que realmente haga la diferencia”. Cambiemos incluso la respuesta a ello, y esta es: ¡Mucho! Porque está en manos de todos, el cambio sostenible que necesitamos.
¡No lo olviden! Apoyemos con acciones sostenibles el Día Mundial del Medio Ambiente 2022 y la campaña #UnaSolaTierra.
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es Director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.
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