La ONU declara 2021 el año de la economía creativa para transformar pensamientos en bienes y servicios culturales. Crean riqueza y creatividad.
Es el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible. Así lo ha declarado la ONU, que quiere impulsar “el crecimiento con actividades económicas basadas en la interacción entre la creatividad humana y las ideas, el conocimiento y la tecnología; los valores culturales o el patrimonio artístico y cultural, y otras expresiones creativas individuales o colectivas”.
En definitiva, transformar ideas en bienes y servicios culturales. Todas son actividades que además de generar riqueza, fomentan la cultura y la creatividad.
Ideas y cultura, principal motor de desarrollo
El concepto apareció por primera vez en 2013. Durante una conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se presentó el libro La economía naranja. Una oportunidad infinita, que trataba sobre la economía cultural y creativa. Una economía que el autor Felipe Buitrago denominó “economía naranja” (por la relación de este color con la cultura).
Buitrago destacó la necesidad de acuñar el término economía naranja para potenciar la cultura y las ideas en los países. Una forma de crear el mismo efecto que cuando se hace alusión a la economía verde.
Felipe Buitrago define en el libro qué es exactamente economía naranja: “es el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual“, explica.
Y especifica qué incluye: “El universo naranja está compuesto por la economía cultural y las industrias creativas, en cuya intersección se encuentran las industrias culturales convencionales y las áreas de soporte para la creatividad“.
Brasil y México, líderes en Latinoamérica
En los países de Latinoamérica y el Caribe, Brasil lidera el sector con 66,870 millones de dólares, seguido por México con 55,000 millones. Sin embargo, su importancia en la economía total es todavía pequeña: 2.7% en Brasil y 4.8% en México.
Economía creativa y los 17 objetivos de desarrollo sostenible
El impulso y el foco que la ONU quiere poner en la economía naranja va de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que fijaron jefes de Estado, dirigentes gubernamentales, representantes de Naciones Unidas y la sociedad civil que se reunieron en 2015, en Nueva York. En la definición participó también de forma activa la UNESCO.
Naciones Unidas considera que la economía creativa tiene un fuerte potencial para ayudar a cumplir los ODS que son los siguientes:
Fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento. Energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructura.
Reducción de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables. Acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas y alianzas para lograr dichos objetivos.
Un año complicado, incierto aún, pero definitivamente con propósitos certeros para que la humanidad evolucione.
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