En Alemania hay una escuela para personas con discapacidad visual, que ha ayudado a la ciudad a desarrollar su disposición a la inclusión. Se llama Marburg.
A los 8 años, Leon Portz fue perdiendo la vista gradualmente debido a una condición congénita. A los 9 había descubierto cómo acelerar la voz generada por la máquina que lee sitios web y otros textos electrónicos. Lo cual le permitió captar la información más rápido. Ahora escucha mensajes de texto a 5 veces la velocidad estándar, lo que es ininteligible para un oído inexperto.
Pero su amor por la ciencia realmente floreció cuando se mudó de su ciudad natal en el centro de Alemania a la cercana ciudad de Marburg. Una frondosa ciudad medieval en donde Portz asistía a una escuela especializada para ciegos. Al final resultó que, ese movimiento lo transportó a un semillero de innovación inclusiva.
Marburg se enorgullece de llamarse a sí misma “Blindenstadt“, una ciudad para ciegos y personas con discapacidad visual, debido a su larga historia como centro de accesibilidad. El Blindenstudienanstalt (o Blista) fue fundado durante la Primera Guerra Mundial para brindar oportunidades a los jóvenes cegados por la guerra.
Marburg: el lugar ideal para ciegos
Desde entonces, el instituto en Marburg ha generado innumerables inventos para personas ciegas desde entonces, incluida una fuente matemática táctil.
También ha moldeado profundamente la ciudad que la rodea, convirtiéndola en un lugar donde, como dice Portz, “todo es ideal para los ciegos”.
La gran ventaja de Marburg es que es pequeña y montañosa, por lo que es fácil orientarse. Además, cuenta con una red de instalaciones de ocio accesibles que se extiende por toda la ciudad. Como una escuela de equitación para ciegos y clubes de remo, futbol, escalada y esquí, especiales para ellos.
Y ahora lee lo mejor: la universidad de la ciudad tiene la mayor proporción de estudiantes ciegos de Alemania. Y la gama más amplia de títulos obtenidos por personas con discapacidad visual.
Estos son sólo algunos de los ejemplos por lo que Marburg es “la ciudad ideal para los ciegos”. ¡Fenomenal iniciativa!
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