Un nuevo experimento en la Luna podría darnos indicios más claros, para saber si es posible que el ser humano pueda habitarla en un futuro muy cercano.
Uno de los objetivos del programa Artemisa, de la NASA, es que los astronautas no solo estén explorando la Luna, sino que se queden un tiempo. Eso significa que tendrán que cultivar al menos una parte de su alimento en el lugar.
La pregunta, sin embargo, es si el suelo seco, afilado, vítreo, bañado durante épocas por la radiación cósmica y el viento solar, puede soportar el crecimiento de las plantas como el suelo arcilloso de la Tierra. La respuesta, según un nuevo estudio publicado en Communications Biology, es quizá sí.
Después de 11 años, la NASA aceptó el experimento de germinación en la Luna
Por primera vez, los investigadores intentaron cultivar plantas en suelo lunar traído por las tripulaciones de Apolo. Y resulta que el éxito depende del lugar exacto en donde las germinen.
La nueva investigación, llevada a cabo por un equipo de dos horticultores y un geólogo de la Universidad de Florida, tomó mucho tiempo. De hecho, los científicos solicitaron a la NASA tres veces en los últimos 11 años pequeñas muestras de suelo traídas por algunas o todas las 6 misiones de aterrizaje de Apolo.
¡Fueron rechazados dos veces! Y no fue hasta la tercera vez que la agencia espacial finalmente accedió.
¿La Luna podrá ser un lugar habitable?
“Con la NASA preparándose para regresar a la Luna para excursiones más largas, se volvió mucho más relevante que entendamos cómo los recursos que están in situ en la Luna puedan usarse para una mayor exploración”, dijo la horticultora y autora principal del artículo Anna- Lisa Paul.
En total, la NASA accedió a prestar a los investigadores solo 12 gramos de tierra colectiva, recolectada por las tripulaciones de Apolo 11, 12 y 17. Las 6 misiones de aterrizaje de Apolo trajeron un total de solo 382 kg de rocas y suelo lunares. Lo cual parece mucho, pero en realidad hace que el material sea extremadamente raro.
Su pequeña muestra resultó en una cosecha decididamente modesta, pero exitosa. No obstante, la agricultura lunar debe esperar a los alunizajes. Y con el programa Artemisa lejos de estar listo para cumplir su objetivo original de volver a poner las botas en la Luna para 2024, lo máximo que la NASA puede prometer es que las misiones volarán en algún momento de esta década.
Siempre que se cumpla esa promesa, el nuevo estudio acerca a los futuros exploradores un pequeño paso más de no solo visitar la Luna, sino también llamarla hogar. ¿Lo crees posible?
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