¿Ganas de un viaje diferente? Ve a El Perdido. Ubicado en Baja California Sur, disfrutarás, sin duda, de días increíbles, divertidos y llenos de relajación.
A veces, para reencontrarnos, tenemos que perdernos un poquito. Y el siguiente lugar que te vamos a recomendar nos brinda dicha oportunidad. El Perdido, más que un hotel, es un escondite como el que tuvimos en nuestra infancia; aquel lugar mágico donde podíamos ser nosotros mismos y sentirnos seguros, consentirnos y disfrutar al máximo la vida.
A solo una hora y media en avión desde CDMX, llegando a los aeropuertos de La Paz o de San José del Cabo, y una hora más por tierra, se encuentra este hotel; en él, los huéspedes son llamados “miembros de la tribu”: es decir, se convierten en un grupo de personas que viven en armonía (obvio, con sana distancia) y que buscan desconectarse del estrés. Todo con la mayor privacidad posible, sobre todo consideramos que seguimos en una pandemia que nos exige reconectar con nuestro interior para mantener la salud mental.
La arquitectura de El Perdido aboga por ventilación natural, lo cual es ideal para ahorrar aire acondicionado, pues cada zona se siente fresca debido a los materiales y disposición. Dentro de esos mágicos espacios, es posible disfrutar actividades como noches de cine, futbol de mesa o el jacuzzi observatorio. Además, puedes tomar un baño de tina bajo las estrellas en tu propio Jacal.
Gastronomía didáctica: la apuesta de El Perdido
La gastronomía forma parte importante de El Perdido. El Honor Bar, ubicado en la zona de la alberca, es una barra en la que todos los Miembros de la Tribu pueden tomar y prepararse lo que deseen –Do It Yourself–.
El chef ejecutivo de El Perdido es el chef Víctor Tafoya, alumno del reconocido Larbi Dahrouch en One & Only Palmilla México. Víctor se encuentra a cargo del restaurante Coyote, y del resto de los alimentos del hotel. Aquí, los huéspedes también tienen la opción de preparar sus alimentos en sus habitaciones, todo con la guía del chef. ¡Increíble!
El bar del sitio cuenta con una amplia selección de mezcales. Además, busca apoyar al arte local con piezas únicas que hacen de la experiencia de copeo algo inolvidable.
Más allá del hotel
El fácil tomar un Polaris y salir de excursión a los alrededores de El Perdido; a tan solo unos minutos, hay granjas y huertas en las que los chefs de la zona se surten de ingredientes orgánicos. Además, en algunas de ellas los visitantes pueden quedarse a comer.
Otro recorrido increíble es ir a una de las playas de mar abierto de Baja California Sur (como la impactante Balandra). Ideal para desconectarse de todo y de, si la temporada del año lo permite, ver ballenas y tortugas en época de desove.
Así, El Perdido ofrece una increíble experiencia en un lugar paradisíaco de México. Todo con un excelente servicio, la promoción de consumo local y la oportunidad de volver a ser niños.
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