Indonesia es el segundo país que peor gestiona los residuos de plástico en el mundo, y Bali es la isla que más sufre de este problema. ¡Pero ya tienen una solución!
Bali es sinónimo de esplendor y belleza. Esta isla de Indonesia es conocida por sus frondosas montañas volcánicas, los icónicos arrozales, las playas y los arrecifes de coral.
Pero es también el segundo mayor contribuyente de contaminantes plásticos en los océanos, de acuerdo con un estudio publicado en 2021.
Adiós a los plásticos en la isla de Bali
Hubo un tiempo en el que se paralizó el turismo (como en muchas regiones del mundo, debido al Covid) y siendo el arroz la principal fuente de ingresos de Bali, un grupo ambientalista creó un proyecto que brinda soluciones a dos grandes problemas en la isla.
El primero es limpiar el medio ambiente y, al mismo tiempo, apoyar con alimento a 200 aldeas en Bali.
Se trata de Bali Plastic Exchange que consiste en intercambiar arroz por plásticos, como bolsas o botellas que se recogen de la calle, la basura o el mar.
Miles de aldeanos se movilizaron con apoyo de redes sociales para recolectar plásticos e intercambiarlos por arroz, un alimento básico en Indonesia. Pues en promedio una familia de cuatro personas consume dos kilos por día.
El Bali Plastic Exchange vende los desechos a una empresa de reciclaje en Java. Desde la creación del proyecto, a la fecha, se han recolectado 700 mil kilos de plástico y se han distribuido 170 mil kilos de arroz.
Únete al movimiento para acabar con los plásticos en Bali
Las personas de todo el mundo son clave en el éxito de Bali Plastic Exchange y pueden participar a través de su página web. Entra aquí para ayudar.
I Made Janur, nativo de Tabanan y creador de este movimiento de sostenibilidad, planea expandir el proyecto a otras provincias de Indonesia para crear un mayor impacto.
Asegura que están comprometidos a apoyar a los agricultores locales de arroz, mientras se aseguran de que todos los aldeanos, que llevan sus desechos reciclables a los lugares de entrega, reciban un intercambio equitativo por sus esfuerzos.
El desequilibrio actual, estima Janur, es una cuestión de volumen y espera que el sistema sea económicamente sostenible cuando cada aldeano adopte el sistema de intercambio.
¡Maravillosa iniciativa!
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