Arqueólogos han encontrado joyas del siglo V en España. Pertenecían a princesas suevas, que poblaron la zona después de emigrar de Europa oriental.
Las princesas suevas que fueron halladas, enterradas en Mérida venían de Europa oriental. Lo más interesante es que sacaron a la luz joyas y otros objetos hasta ahora desconocidos que datan del siglo V.
Según el estudio Novedades en la necrópolis tardorromana de Mérida: las princesas bárbaras, se ha encontrado “un grupo de enterramientos que escapan de lo habitual por los objetos que lo acompañan”.
Según los datos históricos, el rey Heremigario saqueó la ciudad española en el año 429. Llegaba de Europa oriental y se instaló en el territorio alrededor de 10 años. Ellos enterraban a sus muertos en los suburbios situados al norte del lugar.
Pues bien, justo aquí los arqueólogos del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida han encontrado a estas mujeres nobles, princesas suevas, con dotes de oro y plata que se parecen mucho a los que se hallaron en Ucrania, Serbia, Polonia o Rusia.
En el estudio mencionado, los arqueólogos Francisco Javier Heras Mora y Ana Belén Olmedo Gracera publican los resultados de sus investigaciones.
Joyas del Mar Negro
Asimismo, en las imágenes se puede contemplar uno de los cuerpos de las princesas suevas con fíbulas plateadas, una joya originaria del Mar Negro. Como detalla la investigación, “uno de los más destacados exponentes del atuendo femenino y aristocrático de esas poblaciones que, desde comienzos del siglo V, protagonizaron las grandes migraciones”.
Entre todas las tumbas, los restos de las nueve princesas suevas fueron inhumadas con fíbulas, pequeños broches, pendientes, colgantes, collares, anillos, láminas repujadas, una jarra cerámica y una copa de vidrio, “lo que diferencia a este grupo del resto”.
En definitiva, el informe concluye que las piezas “no son romanas” y que “son, entonces, emigrantes, quienes se entierran en este lugar”. Y lo hacen “al modo como lo hacían en su lugar de procedencia, sin negar tampoco que esa forma hubiera sido alterada con el paso de los años con la interacción cultural o con la creciente lejanía geográfica de la que partieron”.
Sepulturas sencillas
Además, los cuerpos aparecieron extendidos sobre la espalda, con los brazos paralelos al tronco y las piernas sin flexionar. Las sepulturas son sencillas: fosas de ángulos redondeados y a veces cajas y clavos de hierro que demuestran la existencia de posibles ataúdes de madera, algo sumamente avanzado para la época.
Este tipo de hallazgos nos ayudan a comprender nuestros orígenes y, desde luego, a entender que todos, absolutamente todos estamos unidos por una misma historia.
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